¿Se puede desde el primer día?

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LA LUCHA DEL VERANO Llegan las vacaciones y, con ellas, las niñas que renuncian a la playa o a darse un baño por culpa de la regla. Los expertos dicen cuándo pueden librarse de la compresa.

23 jul 2016 . Actualizado a las 09:37 h.

Qué madre no ha pasado por esa etapa. Todo un año planeando las vacaciones a la playa y, con los preparativos de la maleta, le baja la regla a la niña. Todos sabemos lo que significa eso. Bikini, compresa y pantalón corto. Y lo que es peor, la pobre no podrá bañarse por culpa de ese maldito peaje que todas tenemos que pagar por ser mujeres. Pero claro, ella es aún una niña. Una preadolescente que sufre y, muchas veces, rechaza esos cambios que están brotando en su cuerpo a pasos agigantados.

Tiene once o doce años, por lo que nos queda asistir a esa tortura veraniega sin saber cuándo podrá librarse de la compresa. ¿Será demasiado pronto para el tampón? ¿Cuándo empezar a ponerlo? Los expertos nos dan la respuesta. El ginecólogo Roque Devesa, del Hospital Quirón, despeja rápidamente las dudas: «Desde la primera regla. No hay ningún tipo de contraindicación ni de imposibilidad anatómica para que una niña de once o doce años pueda ponérselo. De hecho, la media de edad de la primera regla en España está en los doce años, y por supuesto que pueden utilizarlo».

NO HAY LUGAR AL DEBATE

Rotundo, el especialista no deja lugar al debate. No hay excusas que valgan. Ni es demasiado pequeña ni existe motivo alguno para que no se lo ponga. «Lo único que hay que tener en cuenta es que lo mejor para esas primeras reglas es empezar con el de menor absorción y talla más pequeña. Hay que aprovechar y hacer pruebas en casa, dado que es la madre la que suele enseñarles, y hacerlo con los que traen aplicador incorporado para facilitarlo todo», apunta Devesa, que añade que «también hay que decirles cuándo deben cambiarlo y estar pendientes de que nunca se olviden de quitarlo». Tal y como habrás podido deducir desde hace unas cuantas líneas, da exactamente igual que se trate de una niña y que, por lo tanto, no haya mantenido aún relaciones sexuales.

«El orificio central del himen ya lo permite», señala el ginecólogo, que dice además que «no hay ningún problema anatómico». De la misma forma, insiste en que es crucial abordar este tema «con total naturalidad. Igual que de forma normal empiezan con las compresas, después se da el paso al tampón». Al médico le extraña que haya misterio alrededor de este tema: «Yo creo que a día de hoy en los colegios ya hay charlas sobre estos temas, y las niñas también hablan mucho entre ellas. Lo mejor es no darle demasiada importancia, porque no la tiene», sentencia. Pues a aplicarse el cuento.