¿Son los nórdicos más felices?

Cláudia Morán

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CUESTIÓN DE FILOSOFÍA Las bicicletas, la vida tranquila, la libertad, la igualdad de oportunidades... Son muchos los argumentos que reafirman la felicidad de nuestros vecinos del norte, pero también hay fuertes discrepancias. La polémica está servida

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:15 h.

Gracias a la aportación de Naciones Unidas, hace ya varios años que la felicidad de un país se puede medir. Y no solo eso, sino que existe una lista anual de los países más y menos felices del mundo. No importa los años que pasen: los países nórdicos figuran siempre en los primeros puestos.

La polémica está servida. «¡Pero si hace frío y apenas tienen horas de sol!», opinan unos, mientras que otros, especialmente en España, no conciben un mundo feliz sin que las terrazas con sus tapas y sus cervezas estén a la orden del día.

Dinamarca ha sido durante años el número uno del mundo en habitantes felices. No por casualidad el Instituto de la Investigación sobre la Felicidad -sí, esa institución existe y está en Copenhague- está dirigido por un danés: Meik Wiking, autor del bestseller Hygge, la felicidad de las pequeñas cosas.

«Los países nórdicos son muy buenos a la hora de reducir la infelicidad extrema», explica Wiking, que está de acuerdo en que la felicidad está asociada al estado del bienestar, pero también a «la satisfacción general con la vida y el humor cotidiano». Ahí es donde entra en escena el hygge, el estilo de vida danés que se ha puesto de moda. «Se trata de saborear los placeres simples, de unidad y fraternidad y de sentirse seguro, confortado y relajado», cuenta el experto.

Wiking, que ha vivido tres meses en España y dos en México, asume que Noruega, Dinamarca o Islandia -los tres países más felices del mundo, por ese orden, según la ONU- tienen menos sol, pero asegura con humor que sus habitantes «también saben disfrutar de una cerveza en una terraza».

A la pregunta de qué debe hacer España para ser un país más feliz, sonríe y replica con misterio: «Justamente lo que estoy analizando ahora es qué puede aprender Dinamarca de otros países».

GALLEGOS MUY AL NORTE

Pero, ¿son realmente tan felices los nórdicos? Quienes mejor pueden responder a esa pregunta son los que viven allí desde hace unos años. Es el caso de Luis Maside, un ingeniero gallego de 37 años que puede presumir de vivir en el país más feliz del mundo. «Aquí todos son conscientes de que forman parte de una sociedad, y que sin una pieza no funcionaría», opina. Después de cinco años residiendo en Bergen, no se atreve a afirmar con rotundidad que Noruega sea el país más feliz del mundo porque para él «la felicidad va en la persona». Reconoce, eso sí, que la «calidad económica, familiar y laboral de los noruegos es de las mejores del mundo».

Para Patricia Santos, una cocinera coruñesa de 27 años que se marchó a Copenhague por trabajo, vivir en Dinamarca «es muy cómodo» y comparte la idea de que la sociedad funciona en conjunto. Sin embargo, ella tiene una curiosa interpretación de la filosofía del país. «Tuvieron que inventar el hygge para no pegarse un tiro durante el invierno» (ríe). En realidad, considera que el hygge no es nada nuevo y que «cada cultura lo tiene a su manera». «El nuestro en España es ir de cañas con los amigos», afirma, y parece que lo echa de menos, porque lleva queriendo volver «desde el primer día».