¿Sabes ducharte bien?

YES

TU BAÑO NO ES LONDRES, Así que igual deberías replantearte el hecho de que acabe oculto en el vaho después de ducharte. ¿A qué temperatura hay que poner el agua? ¿Mejor con o sin esponja? ¿Cuánto tiempo debemos echar bajo el grifo? YES responde a estas y otras cuestiones sobre un ritual que, seguro, no haces del todo bien. ¡Al agua patos!

06 may 2017 . Actualizado a las 10:10 h.

1. ¿Baño o ducha?

Aquí hay controversia. El dermatólogo del CHUF Miguel Cabanillas dice que no hay estudios que arrojen luz al respecto, aunque recomienda de forma general que los niños pequeños se den baños cortos en agua tibia a última hora de la tarde por su efecto sedante, mientras que en adultos y niños mayores recomienda la ducha frente al baño. 

2. ¿Con qué frecuencia?

En general, una ducha diaria no debe resultar dañina para la piel si nos la damos de forma adecuada, aunque existen patologías que, si no controlamos la temperatura del agua, duración y geles a utilizar, podemos empeorar. Cuando sea necesaria una segunda ducha diaria, que sea corta y usando la mínima cantidad de gel posible.

3. ¿Cuánto tiempo?

Esto sí que no lo cumple casi nadie. El doctor indica que, por criterios ecológicos y de salud, una ducha adecuada no debería exceder los 5 minutos de duración, lo que implica un consumo aproximado de 90 litros de agua. «Una ducha excesivamente prolongada puede inducir una alteración del manto lipídico cutáneo y, por tanto, provocar sequedad», señala.

4. ¿A qué temperatura pongo el agua?

Uno de los errores más habituales es utilizar agua excesivamente caliente. «Se considera que la temperatura adecuada del agua debe ser en torno a 30 grados, es decir, agua tibia o templada», indica el especialista.

5. ¿Qué jabón utilizo?

Vaya por delante que el gel se debe personalizar en función del tipo de piel, pero como norma general se desaconsejan aquellos con pH alcalino (mayor de 7) por el deterioro que producen del manto ácido de la epidermis, y se recomienda el pH ácido (en torno a 5,5) o, al menos, neutro. Los geles sin detergentes son los más respetuosos con la piel.

6. ¿Necesito esponja?

En la mayor parte de los casos su uso es prescindible, pudiendo aplicarse el gel con la palma de la mano. Dado el potencial nido de gérmenes en el que se pueden convertir, se recomienda el uso de esponjas desechables. No conviene que sean de fibras ásperas, porque pueden provocar microabrasiones.

7. ¿Cómo hay que secarse?

El secado ha de ser suave, especialmente si se tiene piel sensible o dermatitis atópica, donde se deben realizar leves toques sobre la piel evitando la fricción. Un mal secado puede ser dañino para ciertas áreas y zonas de pliegues como axilas, ingles o los espacios entre los dedos de los pies. 

8. ¿Y después?

Cualquier ducha o baño puede generar un cierto grado de daño de la barrera cutánea, por lo que es recomendable el uso de lociones, cremas o aceites hidratantes inmediatamente después, y especialmente en personas con patologías dermatológicas. Y si después de la ducha hay que echarse crema, después del enjabonado tendremos que aclararnos muy bien sin que queden restos de gel que puedan causar irritaciones.