«Ahora ya no pienso solo en mí, soy yo y mis cachorros»

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BENITO ORDOÑEZ

El policía más sexy de la tele vuelve a su papel haciendo de Pacino, el agente con el que triunfa en «El Ministerio del Tiempo». Comparten algo más que el bigote y las patillas. «Tenemos en común el sentido del humor, porque yo necesito estar de coña para tener la cabeza en mi sitio», dice Hugo

13 may 2017 . Actualizado a las 10:08 h.

«Mi gran noche sería cualquiera con mis amigos tomando una cerveza», asegura un Hugo Silva que conserva toda su esencia de tío despreocupado. Como si no fuese del todo consciente de la locura que desata, la justifica por el show que se monta a su alrededor, como restándose guapura. «Hay mucha expectación, pero no por mí, por todos», comenta como si tal cosa a punto de estrenar la tercera temporada de El Ministerio del Tiempo.

BENITO ORDOÑEZ

-Esta entrevista va de Silvosa a Silva. ¿Eres silvestre?

-Ja, ja. Sí, sí, claro.

-Vuelve «El Ministerio». En «Una llamada a tiempo» [unos podcast que hace con Salvador, el personaje de Jaime Blanch], se descubre qué ha sido de Pacino. Lo petaste con él.

-Sí, la verdad fue de estas cosas mágicas que pasan a veces en este trabajo. Durante la primera temporada de El Ministerio del Tiempo me volví absolutamente fanático de la serie, me encantó e incluso fantaseaba con qué personaje podía yo hacer de la historia, quería participar como fuese. Un día de repente me llama Javier Olivares y me dice que ha pensado en mí para un personaje y ya tuvimos una reunión, me contó un poco y me pareció fantástico. Y todo lo demás ha sido un poco circunstancial, ha funcionado y creo que conecta con mucha gente del público. Y luego es un personaje que no deja de ser de una época distinta a esta, por lo que tiene un punto de vista de nuestra sociedad distinto. Los 80 no están muy lejos, pero socialmente y a nivel de comportamiento yo creo que dista bastante de la época que vivimos ahora.

-Ese papel lo escribieron pensando en ti, de hecho compartís ese Madrid de los 80, que viviste desde tu barrio, San Blas.

-Sí, bueno, compartimos un poco el origen. Lo que pasa es que yo en la época de Pacino era un pequeñajo. Sí que soy de San Blas, un barrio que entonces era de las afueras de Madrid, y sí que he tenido referentes durante toda mi niñez para poder construir a día de hoy a Pacino. De una manera personal, Pacino es el resultado de un pequeño homenaje a mis mayores, a los mayores que me cuidaron y que fueron mis referentes cuando era pequeño.

?Y vuelves a triunfar haciendo de policía.

?Sí, pero ese es el punto de partida de este personaje. Tiene eso, esa necesidad sobre todo de cuidar, quizás por las cosas que le han pasado en la vida, las faltas que ha tenido. Aunque en el primer capítulo salva a su padre, toda la vida que ha vivido ha sido sin padres, y como bien decía Alonso, puedes cambiar tu pasado, pero no puedes cambiar tu recuerdo.

?¿Compartís el sentido del humor?

?Sí, yo soy bastante... Digamos que necesito estar un poco de coña, de una manera terapéutica. Es la forma que he aprendido con el tiempo para poder tener sobre todo la cabeza en mi sitio y estar sano con el tema de la fama, cuando me vino así de golpe y con tantas cosas que pasan en este trabajo. Me gusta, sobre todo, reírme mucho de mí o de la figura que a lo mejor en un momento dado haya podido representar, o de cualquier cosa.

?Este papel te ha vuelto a acercar más a la gente, y últimamente te notamos incluso un poco más cercano.

?Es que yo nunca he sido lejano, ja, ja. Lo que pasa que sí que es verdad, te voy a decir, que antes, cuando salió el personaje de Lucas en Los hombres de Paco era muy distinto a ahora, y la reacción de la gente también era muy distinta a la de ahora. No es lo mismo ser una persona o representar algo que se pone en un momento dado de moda, y que la gente se alegre mucho de verte; pero que aún eres, digamos, algo nuevo, que tener un recorrido, por muy pequeño que sea, y que la gente ya no se sorprenda, sino que te coja cariño. Eso es lo que estoy notando en general y, en especial, con este personaje. La gente ahora me trata con cariño, y eso es maravilloso, fantástico. Lo agradezco muchísimo y lo noto, así que ahora lo llevo muy bien.

?Además, la época de Lucas no te pilló tan joven.

?No, no era adolescente. Pero no se trata ya de eso. Creo que en cualquier edad la gente puede adolecer, da igual eso. No es lo mismo tener un bum mediático a que la gente haya recorrido contigo varios personajes y te tengan cariño. Yo lo que he aprendido con el tiempo es que el tema de la fama hay que gestionarlo, no hay que darle la espalda. La primera reacción de una persona sana es darle la espalda, porque es algo muy absurdo. Pero me he dado cuenta de que las circunstancias de la vida hay que encararlas, no hay que pasar de ellas. Y desde que empecé a gestionarla, la verdad es que me ha ido muchísimo mejor.

?Ya que hablamos de «El Ministerio del Tiempo», si pudieses, ¿a qué sitio te gustaría regresar y qué misión harías? ¿Lo pensaste?

?Yo iría un fin de semana al Madrid de los 80, cuando nací, en los 77, 78, 79, 80 u 81, que son los años que me hubiera gustado ver, toda esa explosión cultural, esa explosión de libertad, ese inconformismo, ese tomar de repente una nueva identidad. Siempre se habla mucho de la Transición a nivel político, pero creo que hubo una transición también a nivel social. Fue un momento en el que todos fuimos adolescentes, todo el mundo vio que había posibilidades, que se podía ser de otra manera. Se probaron muchas fórmulas y a nivel artístico pasó exactamente lo mismo, hubo mucha libertad. También muchos problemas con la heroína, pero fue una época en la que España parece que había estado dormida durante mucho tiempo, y de repente despertó y se desperezó. Me da la impresión de que éramos mucho más valientes y mucho más consecuentes con lo que hacíamos que ahora.

?También estrenaste «El Intercambio», y creo que en la presentación solo se escuchaba: «¿Has visto a Hugo Silva?».

?Ah, bueno, no sé, eso ya es cosa de la gente. En Málaga es que se crea mucho furor, hay mucha expectación pero no por mí, por todos, es una cosa... Pones un montón de vallas y de gente joven, fans que quieren ver a sus actores, gente que les gusta y se crea mucho bullicio.

Tamara Arranz

?La peli cuenta un intercambio de parejas.

?Sí, es básicamente una pareja que quiere atreverse a hacer un intercambio de parejas, pero el personaje de Pepón Nieto tiene todo bien atado para salir él bien favorecido en el intercambio y, cuando llegan a la casa de la otra pareja, se llevan una sorpresa porque no es la que ellos esperaban. A partir de ahí pasan cosas que alimentan una trama de comedia muy inteligente y que pasa por varios estadios. El público se va a reír, pero también va a pensar en temas como la libertad, el machismo, el amor, la pareja... La gente va a pensar, pero riéndose.

?¿Cómo ves tú estas relaciones abiertas? ¿Te has metido en el papel?

?Yo a nivel personal creo que cada uno debe hacer con su vida lo que le parezca, y creo que cada pareja es un mundo y que es muy respetable las decisiones que tome. Es una cosa que entra en el ámbito personal y nadie puede juzgar lo que haga una pareja desde fuera. La pareja tiene que evaluar, y siempre y cuando no se hagan daño ni se falten al respeto. Cada pareja es un universo.

?¿En qué momento estás?

?Estoy en un momento en el que estoy bastante tranquilo, no tengo el ansia ni la ambición que tenía antes, estoy más bien dejando que las cosas pasen y disfrutando mucho de personajes que nunca pensé que me iban a proponer. También me he abierto bastante al mercado de Argentina, que es un país que me encanta. Viviendo un poco entre esas dos orillas y disfrutando mucho.

?Una de tus pasiones es la música. ¿Te ves con un micro en la mano?

?Ya me he visto así muchas veces, y ahora la música es algo que uso a nivel personal, sigo disfrutando mucho, sigo necesitándola, pero creo que a nivel profesional ya se me ha pasado bastante el arroz. Aunque el haber jugado bastante con la música creo que me ha servido para utilizarla en el trabajo y si hay que cantar o hacer algo no es un engorro para mí, lo disfruto.

?Ya te vimos ejerciendo en «Mi gran noche».

?Sí, ahí no canto yo, canta Jimmy. Yo bailé, pero sí que lo disfruté mucho.

?¿Y cuál fue tu gran noche?

?Pues cualquier noche que esté con mis amigos tomando una cerveza y cenando y riéndome puede ser una gran noche.

?Dicen que te encanta quitarle la razón a los demás, sobre todo cuando dan por sentado las cosas o creen conocerte sin conocerte.

?No, yo nunca he dicho eso. Es una opinión que se sacó sobre mí después de una entrevista, pero nunca me referiría a mí en esos términos ja, ja. Yo lo único que he aprendido es a intentar no juzgar y sobre todo a no prejuzgar, ya no por una cuestión moral, sino por una cuestión práctica. Creo que nos perdemos muchas cosas si prejuzgamos y no intentamos tener un pensamiento crítico, creo que no nos educan con pensamiento crítico y que es un concepto que debe ponerse de moda. Si no lo tenemos, aparte de perdernos muchísimas cosas, van a hacer con nosotros lo que quieran.

?¿Cómo es el Hugo Silva padre de dos niños?

?Pues no sé si tú eres madre, pero imagínate, me ha cambiado como a cualquier ser humano. Eso te cambia, sobre todo porque ya no piensas en ti como antes, que por mucho que quisieses a tus padres, realmente solo pensabas en ti. Cuando tienes hijos ya no piensas en ti, ya eres tú y tus cachorros. Eso es básicamente lo que cambia, y luego, pues eso, se trasvasa a casi todos los temas de la vida.