¿Qué les pasa a los franceses?

YES

PHILIPPE WOJAZER

QUE TIENEN EL CORAZÓN CONTENTO o por lo menos agitado. Si sorprende lo de Macron es porque no se ha rebobinado en el tiempo. Hollande, Sarkozy, Chirac, Mitterrand... Y me paro en Pompidou porque ya me suena más a un museo.

20 may 2017 . Actualizado a las 05:35 h.

No sé por qué sorprende el currículum amoroso de Macron a estas alturas o por qué está ocupando páginas y páginas si puede presumir de tener una relación estable, como pocas veces antes se había visto en la jefatura de Francia. Porque más que en la edad que le separa de su mujer Brigitte, hay que poner el ojo en los 25 años que hace que se conocieron. Y en cómo ese amor de juventud, clandestino y mal entendido por algunos, acabó callando a más de uno. Sin embargo, esta historia de amor que desafía a la edad y a la «normalidad» está dando mucho que hablar. Como antes lo hicieron otras. Es la ciudad del amor, y parece que sus presidentes se lo toman al pie de la letra, porque más que por sus legados políticos pasarán a la historia por un currículum sentimental que ni los concursantes de First Dates.

Todavía tenemos fresca la imagen del expresidente Hollande escapándose del Elíseo en su moto para ir a pasar la noche a casa de la actriz Julie Gayet. Lo mantuvieron en secreto hasta que la revista Closer destapó el affaire del jefe de Estado, que por aquel entonces mantenía una relación sentimental con la periodista Valérie Trierweiler. La verdad es que lo de Hollande siempre fueron las figuras de tres vértices, y antes de articular con Gayet y Trierweiler, lo hizo con Trierweiler y Ségolène Royal, con la que estuvo más de 30 años y tuvo 4 hijos. Qué tendrá Hollande, físico a priori parece que no, pero solo le falta cantar: ¡Que el ritmo no pare!

 NO SE SALVA UNO

En el «trono» también le pilló la ruptura a Sarkozy. Cinco meses después de llegar al poder puso fin a su matrimonio con Cecilia, y poco después inició un sonado romance con Carla Bruni con quien pasó por el altar y tuvo una hija. Pero retrocediendo en la tabla de jefes de Estado franceses parece que ninguno escapa de los líos amorosos. La mujer de Jaques Chirac, Bernardette, preguntaba noche tras noche a los servicios secretos dónde estaba su marido. Las ausencias del presidente eran una constante, y alguna de estas escapadas lo puso en evidencia. La noche en la que Lady Di se mató en París en un accidente de tráfico, el 31 de agosto de 1997, Chirac no estaba localizable y fue Bernardette la que se encargó de velar en solitario a la princesa de Gales en nombre del Estado. Por esta y otras muchas se ganó el apodo del «tres minutos, ducha incluida», y en su larga lista destaca una periodista de Le Figaro a la que le escribía misivas muy subidas de tono que los servicios secretos se veían obligados a requisar. Lo de Mitterrand da para un libro, Lettres á Anne, por ejemplo, en el que su amante, Anne Pingeot, recopila todas las cartas que el expresidente francés le envió durante su intensa relación. Fruto de este amor prohibido de treinta años, -porque él seguía felizmente casado con Danielle-, nació Mazarine, que salió del anonimato pocos meses antes de morir su padre.

Podíamos seguir, Giscard tuvo que desmentir un romance con Lady Di... y casi, casi llegamos a Pompidou o a Charles de Gaulle, que ya suenan más a museo y a aeropuerto que a lío de faldas. Aquí, nos tenemos que conformar con el beso de Irene a Pablo, porque poco más hay que contar, así que: ¡Vive la France!

Valéry Giscard

JOHN SCHULTS

INSINUÓ Y DESMINTIÓ UN LÍO CON LADY DI

Una vez que finalizó su mandato, reveló detalles de sus aventuras amorosas, incluso llegó a sugerir un affaire con la mismísima princesa de Gales. Poco después lo desmintió. 

Sarkozy y Bruni

UN ROMANCE CANTADO

Poco después de vencer a Ségolène Royal en las elecciones fracesas, que por cierto también se estaba separando de Hollande, Nicolas Sarkozy puso punto y final a su matrimonio con Cecilia. Aunque sorprenda, fue el primer presidente galo que se divorciaba oficialmente durante su mandato. Con un clavo se quita otro clavo, y poco después se casó con Carla Bruni. 

 Gayet-Hollande-Trierweiler

EL REY DE LOS TRIÁNGULOS AMOROSOS

El expresidente ocupó las portadas de las revistas del corazón cuando se descubrió el idilio que mantenía, y mantiene, con la actriz Julie Gayet mientras estaba con la periodista Válerie Trierweiler, con quien empezó a salir cuando aún era pareja de Ségolène Royal. Un experto en esto de los triángulos amorosos. 

François Mitterrand

DOS VIDAS PARALELAS

Ni renunció a su mujer, Danielle, con la que tuvo dos hijos, ni a su amante, Anne Pingeot, pese a la advertencia de la primera de romper su matrimonio. Mantuvo ambas relaciones, una en público y otra en secreto, que se prolongó durante tres décadas y de la que nació Mazarine, a la que su padre quiso sacar del anonimato poco antes de morir.

 Macron y Brigitte

STEPHANE DE SAKUTIN

UNA RELACIÓN MUY CONSOLIDADA

Sorprende su diferencia de edad, quizás porque es ella la que le lleva cierta ventaja, pero el actual presidente de Francia puede presumir de haber sido hombre de una sola mujer. Apostó siendo un adolescente por Brigitte y la jugada le ha salido redonda. Ahí siguen. Felices como perdices.