¿Dónde está el agua más caliente?

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PEPA LOSADA

TIENE SU MIGA La meteorología no está exenta de ciertas paradojas. Y en Galicia, por su situación geográfica y donde el tiempo es muy cambiante, observamos a diario algunas. Una guarda relación entre el estado del cielo y la temperatura del agua.

01 jul 2017 . Actualizado a las 14:11 h.

Si sueles visitar las playas de las Rías Baixas en verano, quizás te sea familiar la siguiente situación. Durante un día de altas temperaturas, estás tomando el sol hasta que no soportas más el calor y decides darte un chapuzón. Pero cuando pruebas el agua descubres que está congelada. Al final, incapaz de volver a la toalla pero tampoco de darte un baño, te inclinas por refrescarte en la orilla y aprovechar la brisa que sopla de mar a tierra. Esta historia es habitual en la costa sur gallega y es el pan de cada día, por ejemplo, en las Islas Cíes. Quienes acuden con frecuencia al archipiélago situado en la Ría de Vigo saben lo que les espera; un calor de justicia y agua muy fría, que en muchas ocasiones no llega a los 17 grados. Y todo ello acompañado de un cielo radiante sin nubes, que despista y obliga a preguntarse: ¿cómo es posible?

En el extremo opuesto, en la costa norte de Lugo, la situación es muy diferente. El anticiclón de las Azores, responsable del buen tiempo durante el período estival, trae de la mano una circulación del nordés. Es un sistema de altas presiones que gira a favor de las agujas del reloj y cuyos vientos entran por A Mariña Lucense. El aire llega cargado de humedad desde el Cantábrico. Así que en esta época del año, el cielo suele estar cubierto mientras en el resto de la comunidad no hay una sola nube. Esa nubosidad, que técnicamente se conoce como de estancamiento, mantiene también a raya los termómetros, que en muchas ocasiones no alcanzan ni los 20 grados. Esto ocurrió, por ejemplo, durante la última ola de calor. Las máximas subieron hasta los 40 grados en la mitad sur mientras que en la costa lucense se mantuvieron con unas cifras muy discretas, en torno a los 22 grados. Y sin embargo, aquí está la temperatura del agua más cálida de Galicia. Los lucenses no podrá presumir del clima en verano, pero sí de disfrutar del baño más agradable con una temperatura de 22 o 23 grados, a veces por encima de la ambiental, como en el mar de la playa de Area que ilustra este reportaje.

Y entre el suroeste y el nordeste encontramos otro tipo de caso, como ocurre, por ejemplo, en la costa coruñesa. En la ciudad herculina es habitual encontrar todos los días del año a personas mayores dándose un baño en la playa de Riazor. Ellos lo tienen claro, cuando hace calor les cuesta más meter el pie en el agua. Esto tiene más que ver con la sensación térmica. La temperatura del agua es más elevada que en las Rías Baixas, pero no la del aire. En un día típico anticiclónico, los vientos de componente norte mantienen el mercurio en A Coruña sobre los 22 grados y, al mismo tiempo, dejan una temperatura del agua bastante elevada, superando en ocasiones los 20. Esta poca diferencia térmica entre el mar y el aire favorece que una persona entre en el agua sin demasiado calor y, por tanto, siempre le parecerá más fría de lo que está. El motivo que explica la diferencia de temperatura entre el norte y el sur se llama afloramiento.

COMO CALIFORNIA

Un mecanismo natural que ocurre en pocas zonas de la Tierra, como en Chile, Perú, California, Sudáfrica y la costa noroeste de África, que incluye a Canarias y las Rías Baixas. Los vientos del norte que soplan cuando tenemos el anticiclón sobre la península empujan el agua superficial hacia la plataforma oceánica. Esto produce un déficit que la naturaleza tiende a compensar, ya que es enemiga de los desequilibrios. Para ello desplaza aguas profundas hacia la superficie. Esas aguas que afloran son muy gélidas, pero también están cargadas de nutrientes. Los mares donde existen afloramientos son los más ricos del mundo en pesca. Así que es posible que en la costa sur de Galicia el agua esté demasiado fría para muchos. Pero recuerda esto: cuando vayas a darte un chapuzón y sientas que el agua corta, piensa que por lo menos podrás disfrutar de una rica mariscada o una gran variedad de pescado. Porque ambas cosas están relacionadas.

De todas formas, hay que añadir que todo lo descrito anteriormente es la situación habitual. Es decir, aguas más frías en el sur y más cálidas cuanto más al norte. Sin embargo, no es algo que esté ocurriendo ahora mismo. Desde hace unos meses la temperatura del agua en las playas gallegas está muy por encima de lo normal. Se están produciendo hechos tan atípicos como que el agua está más caliente en el sur y con valores que superan los 20 grados, incluso en las Islas Cíes. El calor que estamos experimentando durante los últimos meses parece que también se ha trasladado a nuestras aguas.

TRES FACTORES QUE LO EXPLICAN

Más cálida al norte

En las playas de la costa cantábrica está el agua más cálida de Galicia, que supera fácilmente los 20 grados. Eso sí, el baño tendrá que ser con el cielo cubierto. El nordés favorece que el mar esté cálido, pero genera mucha humedad.

Depende del viento

En las Rias Baixas se encuentran las aguas más gélidas. Si el viento del norte sopla con intensidad, no alcanzan ni los 17 grados. El responsable es el afloramiento de aguas profundas, que están muy frías pero son muy productivas. 

Temperaturas alteradas

La temperatura del mar ahora mismo está muy por encima de los valores habituales, con anomalías positivas de hasta cuatro grados sobre la media. Darse un chapuzón en las Cíes nunca fue tan agradable.