¿Sabes cómo es el proceso del contenedor amarillo?

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Desmontando falsos mitos. Cuando se junta en un mismo camión un contenedor de plástico con el de orgánico es porque el primero tiene más de un 90 % de residuos que no son suyos

24 oct 2022 . Actualizado a las 12:22 h.

Que los gallegos reciclan cada vez más y mejor es una realidad. Durante la pandemia, los hogares mejoraron sus hábitos a la hora de separar los residuos. Según los últimos datos de Ecoembes en Galicia, del 2021, cada habitante tiró de media 14,9 kilos de basura a uno de los 37.896 contenedores amarillos que hay en toda la comunidad. Esto supone una bolsa cada seis días aproximadamente. Buena fe de ello dan los operarios encargados de la recogida del plástico, metal y briks (desperdicios que van al amarillo): «Controlamos cómo dejan la basura. Si va bien reciclada o si no. A veces nos encontramos que un contenedor está al 90 % de impropios (residuos que no son suyos). Lo que hacemos en ese caso es dejarlo y avisar al de recogida de orgánico para que lo eche en el verde. De ahí viene el falso mito de que se junta todo al final. No es cierto y nosotros seríamos los más perjudicados», explica Alberto López, propietario de la empresa Vázquez Garzón S.L. «Cobramos por la recogida que hacemos de contenedor amarillo. Conforme a los kilos que llevemos y de la calidad de la recogida. Si vemos que está mal reciclado en ese contenedor, lo echamos al verde, porque si no perjudica a todo lo recolectado en ese municipio», aclara López sobre la acción puntual.

Su empresa recoge en Miño, Paderne, Aranga, Irixoa, Pontedeume, Cabanas, Capela, Fene, Neda y Moeche, entre otros municipios de la provincia coruñesa.

«Se está mejorando bastante. Cada vez la gente está más mentalizada de que reciclar es bueno para todos y es una manera de ahorrar dinero. Y es que la bolsa amarilla al concello no le cuesta nada lo que es la recogida y el depositar en Sogama. Si esa bolsa amarilla va mal, si lleva más de un 70 % de impropios se le cobraría al concello como basura normal y nosotros no cobraríamos nada. De ahí que nosotros estemos pendientes y seleccionemos para que vaya lo mejor posible. Ecoembes realiza varias inspecciones sorpresa en Sogama para comprobar la calidad del reciclaje», indica López. Confiesa que en algunas ocasiones sus trabajadores se encontraron con sacos de patatas o restos de podas en el contenedor amarillos.

«El error más común suele ser que depositan cartón o vidrio. Si están en la parte alta, lo solemos separar nosotros», sostiene. Otro problema que perciben es cuando llegan vecinos de concellos con otro sistema de recogida. «En Galicia tendría que haber un solo criterio. En verano, por ejemplo, viene gente de A Coruña a Miño y se confunde con los colores del contenedor».