Converse al percebe

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CARMELA QUEIJEIRO

28 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Que en el uniforme oficial del percebeiro se hayan colado las Converse como el mejor calzado para resistir sobre las rocas el diálogo brutal con el océano es una de las noticias más interesantes de los últimos tiempos, servida por Antón Lestón en las páginas de La Voz. Las icónicas zapatillas son un espectacular ejemplo de todas las vidas que puede tener un buen diseño, pues llegan hasta los riscos de O Roncudo desde el año 1917 cuando la Converse Rubber Shoe introduce la lona en los zapatos con suela de caucho que había empezado a fabricar unos años antes. Las Converse All Star se convirtieron enseguida en el calzado oficial de los jugadores de baloncesto y ahí se mantuvieron durante décadas compitiendo primero con las alemanas Adidas y enseguida con las nuevas Nike, que desde el año 2003 es la propietaria de la firma fundada en Massachussetts hace más de un siglo.

La guerra de las zapatillas ha servido una de las películas más entretenidas de la temporada, la americana Air en la que Ben Affleck dirige de nuevo a su amigo Matt Damon para explicar cómo en 1984 un empleado de Nike llamado Sonny Vaccaro ficha al juvenil Michael Jordan para que calce unas zapatillas especialmente diseñadas para él. Las Air Jordan modifican el rumbo de la compañía, que poco antes se planteaba cerrar la división de zapatillas de baloncesto por culpa del dominio indiscutible que entonces se repartían entre Adidas y Converse.

No está documentado quién fue el primer percebeiro que descubrió que esas mismas deportivas que llevaban décadas recorriendo canchas de baloncesto eran las mejores para mantenerse firme sobre el suelo mientras recolectaba percebes, pero la historia es una de esas delicias que nos sirve la actualidad y documenta una verdad del presente: las zapatillas deportivas, en todas sus versiones, han desplazado ya al zapato que amenaza con convertirse en una especie en extinción reservada para eventos extraordinarios.

En el año 2017, el calzado deportivo movía 55.000 millones de dólares en todo el mundo. Y cuenta con lo más parecido a un mercado bursátil, una plataforma llamada StockX que pone en contacto a vendedores con compradores, autentifica los modelos y permite pujar por novedades y clásicos, entre los que, por cierto, continúan las Air Jordan y sus nuevas versiones. La zapatilla más cara fue una Nike Dunk SB Low Paris vendida por 51.950 dólares.