Una boda con 14 nacionalidades

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Graciela Vilagudín

CUMBRE INTERNACIONAL EN CARBALLO. La boda de Karina, de la Costa da Morte, y de Avinash, de la India, dos científicos que se conocieron en Dresden, reunió a invitados de Alemania, Canadá, Portugal, Australia, Inglaterra, Estados Unidos, Irán, Polonia, Francia, Turquía e Israel

31 oct 2023 . Actualizado a las 09:48 h.

Esta es la historia de Karina y Avinash, ella de la Costa da Morte, él de la India, dos científicos que se conocieron trabajando en Alemania y que convirtieron el pazo de Vilar de Francos en un pequeño Bollywood. «Cando organizamos a voda pensamos en que todos os invitados puidesen gozar e estar coa xente que queremos. Pero, tamén, en certa forma, queremos lanzar unha mensaxe de igualdade e de que non existen barreiras». Con este empeño, y con muchas horas de trabajo y cariño, Karina Pombo y Avinash Patel transformaron Carballo en una especie de cumbre de la ONU: su boda, que se celebró el pasado 14 de octubre en el pazo de Vilar de Francos, sirvió para unir dos familias con culturas muy diferentes, la gallega de Vivente (Carballo), de donde es Karina, y la india de Rourkela, de donde es Avinash, y para sentar a la mesa a 14 nacionalidades distintas. «Os dous somos científicos e como é un traballo moi internacional ao final temos amigos por todo o mundo».

Graciela Vilagudín

Un letrero con flechas indicaba los lugares desde los que habían volado los invitados para la boda de Karina y Avinash: Alemania, Canadá, Portugal, Australia, Inglaterra, Estados Unidos, Suiza, Irán, Polonia, Francia, Turquía, Israel y, por supuesto, la India y España. Pero antes de llegar a esta boda internacional, en la que hubo gaiteiros y saris, marisco y platos con sabor a curri y a cúrcuma, hay que rebobinar al momento en el que las vidas de Karina y Avinash se cruzaron hace diez años. «Os dous traballamos como científicos en Dresden (Alemania). Coñecémonos a través de amigos comúns. O mítico que quedas un día para tomar algo e ao final ao traballar os dous na ciencia entendémonos moi ben». Su trabajo y sus investigaciones científicas, entre ellas un descubrimiento de Avinash, merecen otro reportaje. Tanto Carballo como la India siempre estuvieron muy presentes en su relación. «Gústanos moito vir de vacacións a Galicia. Eu sempre que chego o primeiro que fago é ir a Razo, un baño alí cúrao todo».

La boda de Karina y Avinash en la India
La boda de Karina y Avinash en la India

DOS CELEBRACIONES

Tuvieron dos bodas. La primera en la India en febrero. Karina organizó un viaje de 40 personas que volaron desde Carballo hasta Delhi. «Esa si que foi unha mobilización esgotadora. Foi unha experiencia incrible, os meus amigos estaban totalmente en shock». De Delhi volaron al Taj Mahal para una pequeña excursión antes de la boda, y de ahí a Rourkela, cerca de Calcuta, de donde es Avinash. «Foron tres días de voda», apuntan. Karina y Avinash enseñan las fotos de todas las ceremonias. «O primeiro día a xente foi mercar os saris e esa noite as mulleres fixeron a henna para que ao día seguinte estivera bonita. Despois, pola mañá foi a cerimonia amarela, na que lanzan cúrcuma, unha das miñas favoritas, e pola noite seguimos coa festa de bailar que é un pouco Bollywood. Ao día seguinte foi a voda boa, na que levo sari vermello, é a que impresiona máis, e pola noite houbo unha recepción, como máis cerimonial, na que eramos mil persoas e todo o mundo vaiche tocando as mans. Foi unha experiencia incrible».

Otro momento de los tres días de celebraciones en la boda en la India
Otro momento de los tres días de celebraciones en la boda en la India

Los dos querían también una celebración a la gallega, así que prepararon un segundo enlace en Carballo. Avinash se enamoró del pazo de Vilar de Francos: «Representa a la perfección Galicia, por el entorno». «É un sitio moi especial porque aí foi onde casaron meus pais», cuenta Karina. Para organizar la boda, los novios prepararon todo un itinerario de viaje para sus invitados, que volaron de todo el mundo para estar con ellos el pasado 14 de octubre. «Temos un amigo que voou so desde Melbourne, en Australia, para vir á voda. Aproveitou para vir uns días antes e de paso que estaba de visita fixo a Ruta dos faros». Llegaron amigas de Karina de Teherán, Portugal o Londres. De Polonia o de Turquía. Y toda la familia de Avinash desde la India. «Un dos seus curmáns foi a primeira vez na súa vida que se subía a un avión. O seu primeiro contacto con Europa foi Carballo».

En la Costa da Morte los recibieron con los brazos abiertos. Cuenta el novio que sus padres estuvieron encantados en Galicia: «Mi madre fue feliz, saliendo a pasear y a recoger castañas». A su familia, lo que más les llamó la atención de Galicia, además del color verde, fue el aire limpio, «en la India está muy contaminado». Y como demostró el padre de Karina, ni el idioma ni la cultura es una barrera: «Meu pai, que non fala nada de inglés, entendeuse xenial con eles».

En la ceremonia se habló gallego e inglés. Hubo gaiteiros y todos disfrutaron de la fiesta. También hubo toques de la India: «Para as flores, por exemplo, eliximos tons amarelos e laranxas, todo bastante chamativo. E no menú houbo marisco e unha opción vexetariana con toques de curri e cúrcuma». También hubo momentos para recordar el viaje a la India de febrero: «Puxemos un tráiler da voda e os pais de Avinash trouxeron fotos impresas que colocamos no pazo para recordar tamén ese momento». Y hubo muiñeiras, mucho baile y también alguna coreografía a lo Bollywood de los novios. Después de la resaca emocional de la boda, Karina y Avinash están felices de haber podido reunir a sus amigos y familia en Carballo. «Foi todo xenial, pasámolo incrible». Ahora les toca volver a trabajar, a seguir investigando, pero aún tendrán oportunidad de saborear un poquito más de la boda a finales de año, cuando se vayan de viaje. «Os dous temos que ir a Estados Unidos por traballo e despois faremos unha viaxe xuntos a algún destino con sol, como Costa Rica ou México».