Las vidas que rompe Alcoa

Marcos Míguez / Mila Méndez

Estefanía Muiños. Tiene 32 años. Es una de las cuatro operarias mujeres de la fundación. Estefanía lleva 9 años en la planta, 6 de ellos como fija. Estudió Procesos de Industrias Químicas. Su padre también trabajó en la factoría. ¿Donde se ve en dos meses? «En la calle».

Tienen una media de edad de 40 años. Algunos son nietos de antiguos empleados de la factoría, muchos tienen una familia que depende de su sueldo. La aluminera tiene 369 empleados en plantilla pero se calcula que su cierre afectaría a más de 2.000 personas en la comarca de A Coruña entre subcontratas y puestos indirectos. Estas son algunas de sus historias. Los rostros de Alcoa.

21 oct 2018 . Actualizado a las 12:38 h.

1/7 Estefanía Muiños. Tiene 32 años. Es una de las cuatro operarias mujeres de la fundación. Estefanía lleva 9 años en la planta, 6 de ellos como fija. Estudió Procesos de Industrias Químicas. Su padre también trabajó en la factoría. ¿Donde se ve en dos meses? «En la calle». MARCOS MÍGUEZ

Emilio Gómez Monterroso. Tiene 52 años y lleva 29 años en Alcoa. Su primer contrato se lo hizo Inespal Metal, la empresa pública que adquirió Alcoa. Tiene dos hijas, una estudiando la carrera. «Te truncan la vida, te quedas sin estabalidad familiar, con esta edad... ¿a dónde voy?».

2/7 Emilio Gómez Monterroso. Tiene 52 años y lleva 29 años en Alcoa. Su primer contrato se lo hizo Inespal Metal, la empresa pública que adquirió Alcoa. Tiene dos hijas, una estudiando la carrera. «Te truncan la vida, te quedas sin estabalidad familiar, con esta edad... ¿a dónde voy?».MARCOS MÍGUEZ

Manuel Sánchez. Tiene 34 años. Las raíces familiares, cuenta Manuel, son muy importantes en la planta. Antes que él, su padre ya produjo aquí aluminio. «Saía do turno de noite cando me enterei da noticia. Din que o custe da enerxía non é un problema neste país. Pois así estamos. Sempre igual».

3/7 Manuel Sánchez. Tiene 34 años. Las raíces familiares, cuenta Manuel, son muy importantes en la planta. Antes que él, su padre ya produjo aquí aluminio. «Saía do turno de noite cando me enterei da noticia. Din que o custe da enerxía non é un problema neste país. Pois así estamos. Sempre igual». MARCOS MÍGUEZ

Francisco Javier Fernández Vega. Tiene 31 años, lleva nueve trabajando en la planta. Tiene tres hijos. «Comecei a construír a miña vida gracias a entrar aquí. A empresa dá diñeiro. Isto é unha cuestión entre os yankis e os políticos que temos en España, comezando por Aznar, que lla regalou».

4/7 Francisco Javier Fernández Vega. Tiene 31 años, lleva nueve trabajando en la planta. Tiene tres hijos. «Comecei a construír a miña vida gracias a entrar aquí. A empresa dá diñeiro. Isto é unha cuestión entre os yankis e os políticos que temos en España, comezando por Aznar, que lla regalou». MARCOS MÍGUEZ

Pablo Mallo. Tiene 38 años. Cumple su primer decenio como empleado de la factoría. Tiene una hija de 4 años. «No nos engañemos. El motivo es el precio de la energía. Queremos competir en igualdad de condiciones, como las que tienen fábricas de Alemania o Francia».

5/7 Pablo Mallo. Tiene 38 años. Cumple su primer decenio como empleado de la factoría. Tiene una hija de 4 años. «No nos engañemos. El motivo es el precio de la energía. Queremos competir en igualdad de condiciones, como las que tienen fábricas de Alemania o Francia».MARCOS MÍGUEZ

Rubén Amado. De 38 años, asegura tajante: «Estamos obrigados a loitar. Tódolos días que sexa necesario. Se hai vontade política isto pódese arranxar, senón, iremos todos para a casa. Isto é unha traxedia. Fáltannos ao respecto, Alcoa leva dende anos faltándonos ao respecto».

6/7 Rubén Amado. De 38 años, asegura tajante: «Estamos obrigados a loitar. Tódolos días que sexa necesario. Se hai vontade política isto pódese arranxar, senón, iremos todos para a casa. Isto é unha traxedia. Fáltannos ao respecto, Alcoa leva dende anos faltándonos ao respecto».MARCOS MIGUEZ

7/7 Miguel Conde, de 40 años, es la tercera generación de su familia a la que el procesamiento del metal da de comer. «O meu avó foi dos que traballou aquí a finais dos 50 montando a fábrica. Logo, xa se quedou. Despois foi meu pai e agora eu. Isto produce, dá ganancia, so nós, cos compañeiros de Asturias e Lugo, sabemos facer aluminio en España. Valórano e cómprano empresas estranxeiras e de aquí, como Extrugasa, de Pontevedra», insite Miguel. MARCOS MIGUEZ