Es el momento

Emilio Rosanes

A MARIÑA

18 abr 2017 . Actualizado a las 16:56 h.

Últimas semanas de competición en nuestro fútbol mariñano. Un fin de temporada en el que nuestros conjuntos están muy alejados de los puestos de ascenso a las categorías nacionales que, por historia, debieran pertenecer. Un dato objetivo que constituye una pérdida de representatividad de nuestro fútbol comarcal. Muy lejanas quedan ya en el tiempo aquellas fases de ascenso a Segunda B disputadas por los nuestros y que la nostalgia nos trae a la memoria cada fin de temporada.

Quizá sea el momento ideal para la generación, por parte de las entidades, de un proyecto ilusionante de cara a la próxima temporada que devuelva a aficionados y familias a nuestros estadios. Un proyecto que coloque a nuestra comarca, en el ámbito futbolístico al nivel que merece, con la mirada puesta en el talento y capacidad que hace destacar a nuestros deportistas en la base. Un talento al que la falta de oportunidades diluye y que hay que saber alimentar, con perseverancia y pasión, para la persecución de sueños y objetivos, tanto individuales como colectivos.

El Pescados Rubén-Burela, en la modalidad de fútbol sala, ha demostrado que se puede competir al más alto nivel con jugadores formados en nuestra comarca, dando fe de ello las brillantes actuaciones de Renato y Helder en el último y vital encuentro de Primera.

Es el momento de que esos proyectos sean apoyados y avalados por quienes tienen responsabilidad política en materia deportiva, quienes deben entender el deporte siempre como una inversión y nunca como un gasto, quienes deben estar orgullosos del deporte que se promueve en su localidad y no entenderlo como un lastre. En definitiva, por quienes deben evitar injerencias como las llevadas a cabo en alguna de nuestras localidades más representativas, donde se han instado y promovido apoyos a unificaciones que han originado una disminución del número de deportistas y de entidades, a la vez que han alejado del escenario futbolístico a personas sobradamente preparadas para la inculcación tanto de valores deportivos como personales, convirtiendo en historia la organización de torneos de fútbol base, eventos que convertían la localidad en receptora de un inmenso número de futbolistas y familiares de toda España.