Venden en seis horas más de 800 kilos de percebe en la fiesta de Rinlo

María Cuadrado Fernández
M. CUADRADO RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

FOTO MIGUEL

La organización estrenó platos de hoja de palma con el objetivo de reducir residuos

13 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre las 13.00 y las 16.00 horas de ayer fueron las horas de mayor afluencia de público y comensales a la Festa do Percebe de Rinlo, que celebraba su catorce edición. Un día de sol alegró la jornada festiva que arrancó a mediodía. Unas seis horas después, de los 900 kilos de percebe a la venta ya solo quedaban en torno a noventa, según informaron desde la organización. Desde la agrupación de mariscadores de Ribadeo destacaban que las raciones, a 13 euros, eran generosas, sobre 250 gramos de producto. A las seis de la tarde esperaban agotar el percebe en las siguientes horas. Además, destacaban también la buena salida que habían tenido la empanada, los bollos preñados ...

La fiesta volvió a dejar imágenes para el recuerdo, con decenas de personas sentadas sobre las rocas, por el paseo y copando las calles. Todo el pueblo volcado con la fiesta. Las raciones de percebes que vendieron en el puerto los mariscadores y mariscadoras se completó con las servidas por los locales de hostelería, que también sorprendieron a sus clientes con otros platos, entre ellos las nécoras, con una gran aceptación entre los asistentes.

Platos biodegradables

Este año llamó especialmente la atención entre los comensales el plato elegido por la organización para servir los percebes. Con el objetivo puesto en reducir la generación de residuos y como una clara apuesta por el cuidado y conservación del medio ambiente, los mariscadores sirvieron el percebe en platos de hoja de palma, un material biodegradable.

Desde la organización confirmaron que es un artículo que compraron ya elaborado y eligieron dos formatos: en forma de barca o rectangular: «Este año hemos querido ser más naturales que nunca. Estábamos cansados de ver platos de plástico tirados en las rocas que acababan en el mar», puntualizaba ayer un portavoz de la agrupación, que explicaba que la fecha de la fiesta depende de las mareas.

La organización contó con la ayuda del Concello ribadense. El alcalde, como todos los años, no faltó a la cita.