La Guardia Civil del Mar vigila y denuncia la presencia de motos y lanchas en la zona de baño de Area

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Las sanciones que puede conllevar estas infracciones oscilan entre los 300 y los tres mil euros

23 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La presencia de alguna moto acuática y embarcaciones a motor en la zona de baño de la playa de Area ha provocado malestar entre algunos usuarios del arenal viveirense, que han llegado a llamar a la Guardia Civil quejándose de su presencia.

Esta semana, concretamente el lunes, efectivos de la Guardia Civil del Mar, con su embarcación, han estado vigilando la zona próxima al arenal y realizando labores de inspección. Por lo que ha trascendido, como resultado de esa labor se han interpuesto algunas denuncias, que ha de resolver Capitanía Marítima.

Las sanciones que puede conllevar estas infracciones oscilan entre los 300 y los tres mil euros, dependiendo de las circunstancias: «No es lo mismo entrar en una zona de baño a toda velocidad que hacerlo de forma moderada y con prudencia», señalaban. También cambia si el autor comete una infracción por primera vez o es reincidente.

En las playas que están balizadas con boyas amarillas, las motos acuáticas u otras embarcaciones a motor no pueden acceder a la zona acotada. Donde no lo están, como norma general, en el caso de las playas, se establece una franja de mar contigua a la costa de 200 metros y en el resto de la costa esa distancia es de 50 metros. Es una zona de seguridad en la que ni motos ni embarcaciones con motor deben entrar.

Responsabilidad

Los problemas de este tipo, señala un experto, no son exclusivos de la comarca y se producen en toda la costa nacional y sobre todo en verano. Pero no menos preocupantes son las imprudencias y la falta de responsabilidad que muestra alguna gente.

Toparse con cinco o seis personas, incluido algún niño pequeño, dentro de un kayak, sin salvavidas, como ocurrió hace pocos días; adentrarse en el mar, cuando no ofrece condiciones para el baño; adentrarse con alguna embarcación en la mar sin tener conocimientos en la materia.

En este sentido, son ilustrativas las denuncias de algunos socorristas. Es raro el verano que no trascienden quejas sobre la actitud que muestran algunos usuarios de las playas, que hacen caso omiso a las bandera amarilla o roja o a las indicaciones de los propios socorristas, que en ocasiones deber poner en riesgo su vida para hacer frente a incidencias creadas por la irresponsabilidad de algunos bañistas.