El cierre de Valdeflores priva a Viveiro de la afamada repostería del convento

s. s. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

El obispado seguirá celebrando la misa de los domingos en la iglesia del monasterio

20 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La marcha de las seis monjas que quedaban de Valdeflores priva a Viveiro y a todos los que la conocían de la afamada repostería del obrador del monasterio. Por encargo, durante todo el año las religiosas elaboraban tartas de almendra, almendrados y brazos de gitano (de crema y nata), así como las cuatro especialidades: «bocaditos», «cordiales», «amarguillos» y «suspiros».

Para las dominicas de clausura la repostería era un complemento para la economía del convento, especialmente durante la campaña navideña. Ahora que las seis monjas de avanzada edad han sido acogidas en el monasterio asturiano de Cangas de Narcea, seguramente se echarán de menos las dulces tentaciones que preparaban en Valdeflores.

Con todo, por lo que cuentan fuentes conocedoras del caso, el cierre del convento será temporal, aunque todavía no es posible apuntar fecha para su reapertura. Si se confirman las informaciones facilitadas por fuentes relacionadas con la congregación de Valdeflores, está previsto el regreso de las tres monjas de menos edad que se fueron tras el conflicto de noviembre. Con ellas devolverían la vida al monasterio religiosas de otras congregaciones dominicas.

La marcha de la priora de las otras cinco monjas no afectará a los feligreses porque se mantendrán las misas de los domingos. «Continuará celebrándose el culto con los mismos horarios de siempre», anuncia el obispado de Mondoñedo-Ferrol. Obviamente, sin el grupo de seis monjas de avanzada edad que asistían y participaban. Si no ha habido cambios, la ceremonia empezaba a las once de la mañana.