Acusado de atentar en Mondoñedo contra un guardia civil que lo detuvo tiempo atrás

La Voz MONDOÑEDO / LA VOZ

A MARIÑA

GUARDIA CIVIL

Fue condenado a prisión por el primer caso y ahora se enfrenta a dos años de cárcel

20 ene 2019 . Actualizado a las 20:37 h.

Será juzgado en el Penal 1 de Lugo por un delito de atentado y uno leve de lesiones, que la Fiscalía le atribuye por un altercado con un guardia civil que lo había detenido tiempo atrás. Por ese primer caso acabó condenado a dos años de prisión por conducción temeraria, negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia, tres delitos leves de lesiones y uno de atentado. Ahora se enfrenta a dos años de cárcel.

Según el ministerio público, en septiembre del 2016 el acusado entró en un bar de Mondoñedo donde el sargento estaba sin uniforme. Le tocó en la espalda e hizo ademán de tenderle la mano. Cuando el guardia se la dio, «tiró de ella hacia su cuerpo y comenzó a dirigirle expresiones como ‘maricón, te voy a matar, te voy a pegar tres tiros, sal para fuera que te voy a matar’». La Fiscalía añade que el dueño del bar le pidió al acusado que se marchase. Salió y cogió en su furgoneta un nivel metálico «de casi un metro de longitud». Mientras el dueño del bar y otros clientes «intentaban razonar con el acusado para que no hubiera más problemas, este forcejeaba para intentar entrar en el local, llegando incluso a empujar al sargento».

Tuvieron que sujetarlo

Quien será juzgado el próximo viernes en el Penal 1 de Lugo, pidió un botellín de agua, que le dio el dueño del bar. Según el ministerio público, acabó arrojándoselo al sargento, «dándole en la cabeza». Como insistía en «que le iba a pegar tres tiros y se llevó la mano hacia la espalda», el guardia civil trató de detenerlo, pero se resistió. Tras forcejear y caer ambos al suelo, con ayuda del dueño del bar y un cliente lo redujeron. Los tres lo sujetaron hasta que llegó una patrulla, que se lo llevó después detenido.

En su escrito de acusación la Fiscalía concreta que el sargento se hirió en una pierna y sufrió lumbalgia. Como secuelas le han quedado «una mínima cicatriz en la zona anterior de la rodilla y molestias ocasionales en la espalda». Durante el altercado se rompió el pantalón del sargento.

Además de los dos años de prisión, el ministerio público solicita que el acusado indemnice con 300 euros al guardia civil por las lesiones y con 100 euros más por el pantalón roto.