Jaque a la movida nocturna en Viveiro

S. Ordóñez VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PACO RODRÍGUEZ

Denuncias por desmanes en las calles e insonorizaciones insuficientes amenazan el menguante ocio de las madrugadas y a quince hosteleros con licencias especiales

23 mar 2019 . Actualizado a las 22:11 h.

Lejos quedan aquellos años en los que Viveiro era un referente de la movida nocturna en parte de A Mariña y en localidades de comarcas limítrofes. Sobre todo porque mudaron los hábitos sociales, entre otras razones porque salir de copas de madrugada resulta inasumible para muchos bolsillos. Mengua el ocio de las madrugadas, ahora en jaque porque los vecinos se han cansado otra vez de soportar desmanes en las calles e insonorizaciones insuficientes en determinados locales. Consecuencia inmediata del reflote de las protestas ciudadanas ha sido un mayor control policial que ya ha dado un primer resultado, la mayoría de establecimientos cierran a la hora. Quince de los 116 hosteleros del municipio pueden abrir hasta la madrugada, porque todos cuentan con licencias especiales.

Aun así, queda mucho por hacer para alcanzar ese complicado equilibrio entre los derechos y los deberes de todas las partes implicadas. Quejas ciudadanas por excesos de ruidos y vandalismo en el centro histórico y en Cantarrana, las dos zonas de la movida viveirense, han llevado al Concello a reducir las ampliaciones de horarios en los dos últimos puentes festivos. Tanto en el de carnaval como en el Día del Padre, ha sido el municipio lucense más restrictivo. Probablemente lo contrario de lo que sucederá en Semana Santa, cuando el Concello autorizará más tiempo de apertura todos los días.

«Non estamos en contra»

La movida nocturna vuelve a ser un foco de atención social desde que la Asociación de Veciños Casco Antigo es el tambor de resonancia de las protestas. Cuenta que residentes en el casco histórico se marchan de sus casas, «desesperados» por los ruidos de clientes en el exterior de los locales, tanto los que consumen dentro como los que hacen botellón en su entorno. Ruidos y, en casos, vandalismo continúan cuando cierran los hosteleros. También denuncian exceso de ruidos en determinados establecimientos, probablemente porque, afirman, funcionan con licencias concedidas cuando ni siquiera se exigía insonorización.

«Non estamos en contra da movida nocturna, pero todos debemos de respectar as normas e os hostaleiros deben de corresponsabilizarse do que sucede no entorno dos seus locais», subrayan directivos de Casco Antigo.

Ese colectivo comparte con la alcaldía de Viveiro que durante los últimos tiempos los problemas tienden a mejorar. También coinciden en que resulta complicado conciliar el derecho de los ciudadanos al descanso con el de los hosteleros a ganarse la vida y, al mismo tiempo, con el de los noctámbulos a divertirse. Al gobierno municipal le toca el difícil papel de «mediar de la mejor forma posible, cediendo todos un poco y procurando minimizar los perjuicios», declara la regidora. En la medida de las posibilidades del Concello, procura satisfacer a todos con más vigilancia policial y con inspecciones.

«En el centro y en Cantarrana»

Alcaldía, vecinos e incluso parte de los hosteleros están de acuerdo en que las denuncias por los ruidos de la movida se dirigen a establecimientos concretos, «tanto en el centro como en Cantarrana», precisa la regidora. Sobre un conflicto que les afecta directamente todavía no se han pronunciado formalmente las dos organizaciones de empresarios, Centro Comercial Histórico de Viveiro y Beiras de Viveiro. Admiten que les inquieta porque repercute en los negocios nocturnos, pero incide directamente en la oferta de ocio de un municipio que atrae miles de visitantes y en el que el sector servicios y el turismo son tan relevantes, económica y socialmente, De compaginar los intereses de los hosteleros con los de la ciudadanía prevén hablar ambas asociaciones en una reunión conjunta de la que probablemente emanará una posición común.

116 licencias en todo Viveiro

Datos facilitados por el Concello permiten contextualizar la movida en el escenario de la hostelería del municipio. De las 116 licencias en vigor, solo dos, ambas de tablaos flamencos que en realidad no lo son, permiten la apertura hasta la hora límite habitual establecida en Galicia: las cinco y media de la madrugada. Un tercero, con licencia de café-bar especial cantante, tiene opción hasta las cinco de la mañana. Los quince de la movida viveirense los completan otro doce establecimientos que en el Concello registran con licencias de «café bar especial», lo que situaría su margen en las cuatro de la madrugada. Parte de los 25 hosteleros con licencia de restaurante son también salones de banquetes, de tal modo que su límite se sitúa a las tres y medi, una hora más que los que no lo son. Treinta minutos más que el tope de las 20 cafeterías, establecido a las tres de la madrugada.

Solo dos locales pueden abrir hasta las cinco y media de la madrugada

Aunque la Xunta de Galicia ya prepara un cambio en la regulación de los horarios de la hostelería, la normativa en vigor marca con claridad los límites de cada establecimiento, que dependen de sus respectivas licencias. Por lo que cuentan los vecinos y admiten autoridades, en Viveiro perduran varias antiguas, otorgadas a locales traspasados a lo largo de los años sin adaptar sus instalaciones a la legislación actual.

Con los horarios algo ha cambiado después de intensificar los controles al reactivarse las protestas vecinales durante los últimos meses. Gestores de locales nocturnos del municipio se quejaban del «efecto dominó», trataban de justificar cierres a deshora alegando que la clientela llegaba cada vez más tarde, cuando salía de otros locales hosteleros que también se saltaban límites de apertura.

El gobierno local viveirense tomó cartas en el asunto a principios del pasado mes de diciembre: «Ya recibieron varios avisos porque comprobamos que algunos incumplen los horarios; no les advertiremos más, sancionaremos», declaró la alcaldesa. Al mismo tiempo, les envió individualmente un «recordatorio dos horarios de peche».

Hasta las dos y media, 55

Hasta las dos y media de la madrugada pueden permanecer abiertos los 55 cafés-bares del municipio, donde también hay un salón de juegos que debe cerrar a las dos de la mañana.

Sin las ampliaciones de horario posibles en fines de semana, festivos y vísperas, cuando llega el momento fijado por sus licencias no podrán dejar entrar a más clientes, apagarán la música ambiental, no servirán más consumiciones y encenderán todas las luces. Media hora después del límite establecido , «deberán quedar vacíos de público», tal y como indica la legislación autonómica.