Los suicidios siguen a la orden del día

María Guntín
maría m. guntín REDACCIÓN / LA VOZ

A MARIÑA

Lago

La provincia de Lugo es la única en España en la que la cifra de personas que se quitan la vida no desciende, cumplidos ya dos años del Plan de Prevención de Suicidios

25 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace exactamente dos años, más de 150 profesionales sanitarios de Galicia recibieron formación en prevención de conductas suicidas. Esta fue una de las acciones que derivó en la entrada en vigor del Plan de Prevención del Suicidio de la comunidad. El año pasado se registraron en la provincia 47 suicidios y, en el 2017, un total de 44, según el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga). Es la tasa de incidencia más alta de Galicia y Lugo es la única provincia en la que los suicidios no dejan de aumentar año tras año. El año pasado, el ahorcamiento fue el mecanismo más frecuente entre los hombres que acabaron con su vida mientras que las mujeres optaron por envenenarse o precipitarse al vacío. Además, el porcentaje es mayor en ellos que en ellas.

El Plan de Prevención

A pesar de la creación de mecanismos de coordinación para evitar los suicidios, tal y como establece el Plan de Prevención del Suicidio en Galicia, este tipo de muertes disminuye en todas las provincias gallegas salvo en Lugo. El plan recoge siete líneas estratégicas: coordinación institucional, sensibilización y concienciación, prevención y abordaje, formación de profesionales, atención a los supervivientes y, por último, investigación y alerta epidemiológica. El cumplimiento de este plan aún está en duda en muchas de las ciudades gallegas.

Hace dos años, Lugo lideraba el suicidio entre jóvenes de 15 a 29 años y duplicaba el número de víctimas que fallecían como consecuencia de un accidente de tráfico. Hace años, la provincia tenía la tasa de suicidios más alta de España.

¿Por qué?

Un equipo de investigación de la facultad de Veterinaria y del Imelga buscó explicaciones para conocer el porqué de esta incidencia. La hipótesis inicial establecía que la cifra de suicidios en Lugo no estaba relacionada con el clima, ya que en otros sitios en los que este es peor no son frecuentes los suicidios. La tasa sí tendría que ver con factores biológicos, que podrían estar unidos a la genética.

Aunque aparentemente la falta de luz no afecta a la tasa de suicidios, los psiquiatras coinciden al destacar que el ciclo invernal afecta a la naturaleza, que vive el mismo ciclo que una persona. En esta época, los pacientes depresivos entran en una fase recurrente como consecuencia de la oscuridad. Además, los expertos señalan que las cifras aumentan porque en Lugo la población tiene una media de edad elevada y los suicidios son frecuentes en la tercera edad. Soledad, pérdida de luz, envejecimiento y demencias pueden tener resultados devastadores sobre la salud psíquica de las personas.

Los responsables de estudio decidieron hablar de dos grupos: los adolescentes actúan con impulsividad y tras un detonante. Sin embargo, los adultos que terminan con su vida y tienen más de 60 años no necesitan un motivo. Esta segunda categoría es la más afectada de la provincia por esta lacra. A esta edad, la neurobiología se activa, según los investigadores lucenses.

Falta de sensibilización

El problema podría tener que ver con la falta de concienciación. No existen campañas específicas para la prevención de los suicidios y, generalmente, estos no se publican en los medios de comunicación.

El 18% de los suicidas acudieron al médico el mismo día en el que acabaron con sus vidas, según el Imelga, un dato que no encaja al recordar que existe un plan específico en prevención.