Adrián Ben reaparecerá en Valencia tras casi once meses sin competir

Iván Díaz Rolle
I. DÍAZ ROLLE VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Adrián Ben, en un entrenamiento por el paseo marítimo de Covas
Adrián Ben, en un entrenamiento por el paseo marítimo de Covas Pepa Losada

El viveirense, que entrena en Segovia por las nevadas en Madrid, dice salir reforzado y con la cabeza en Tokio tras un año lleno de dificultades

18 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras once meses sin competir, Adrián Ben Montenegro reaparecerá por fin este sábado para correr los 3.000 metros en el Gran Premio Ciudad de Valencia. Pasaron casi once meses desde su última carrera, cuando consiguió la medalla de plata en los 800 del Nacional que se disputó en Ourense. Luego vino la pandemia y una lesión que lo mantuvo unos dos meses parado. Tras recargar las pilas durante la Navidad en Viveiro, el 2021 tampoco ha dado un respiro porque las nevadas en Madrid dejaron impracticables las pistas de la Blume, y sigue trabajando en Segovia.

Nada de eso impedirá que en Levante comparezca una versión aún mejor que la última del reputado atleta mariñano de 22 años, al menos en unos cuantos sentidos. «A diferenza doutros, non foi un ano no que puidera medrar en marcas ou currículo, pero madurei en outras moitas cousas. Creo que aprendín a escoitar mellor o meu corpo, a saber cando podo forzar ou non para evitar lesións. E iso é algo importantísimo», explica el mediofondista mariñano.

Un inicio sobresaliente

Tras su histórica sexta plaza como ochocentista en el Mundial de Catar, Ben inició el 2020 con muy buenas sensaciones. «Primeiro corrín un 1.500 en Glasgow, e ía moi ben, pero caín. Non sei se foi un sinal do que viña por diante (bromea). Pero despois batín o récord galego de Andrés Díaz nos 800 (vigente desde 1995) e fixen prata en Ourense. Todo ía moi ben», rememora.

El año recién terminado estaba marcado en rojo en el calendario del viveirense porque ya tenía mínima para los Juegos Olímpicos de Tokio. Sin embargo, el coronavirus y un edema óseo en el fémur de su pierna izquierda marcaron su temporada. «Quédome co bo. Foi un ano para aprender a valorar outras cousas, para sentirme preto de toda a xente que quero aínda que realmente non puideramos ter contacto», explica un deportista decidido a llegar «a tope» al verano, a pesar de que la cita olímpica vuelve a estar en el aire. «Mentres estean en pé, a miña obriga é traballar o máximo para chegar e facelo da mellor forma posible», cuenta sin perder la ilusión.

Diez días después de regresar desde Viveiro, donde tampoco perdió el tiempo y mantuvo una exigente rutina de entrenamientos, Adrián explica que se tomó con calma la vuelta a la competición. «Perdín a San Silvestre vallecana, pero quixen ser precavido, recuperar ben», cuenta dispuesto a dar guerra este fin de semana en el Velódromo Luis Puig de Valencia.

Tampoco da importancia al estado de las pistas del CAR madrileño, por el que se desplazó a Segovia: «Quixen deixar constancia do que pasou nas redes socias. Estamos a poucos meses dos Xogos e é unha pena, pero non ten máis importancia. Temos que adaptarnos ao que hai».