¿Existe la violencia obstétrica?: la realidad desde el oficio de una matrona

beni martínez

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

02 ago 2021 . Actualizado a las 09:23 h.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en el 2020 «la violencia obstétrica como una forma específica de violencia ejercida por profesionales de la salud, predominantemente médicos y personal de enfermería hacia mujeres embarazadas en labor de parto y en puerperio, y constituye una violación a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres». Yo, como matrona, puntualizaría más. No solo en el embarazo, en el parto y después del parto, porque cuando no se visibilizan los abortos, se tratan como si te haya venido la regla otra vez, cuando no se cuida a esas mujeres y se les dice ‘eres joven, vas a tener más', cuando no se le da importancia a ese proceso en el que ellas están sufriendo, cuando no hay una atención después del aborto, cuando a veces se da una pastilla a la mujer y ‘arréglate en tu casa', o se hacen abortos por aspiración, que es súperdoloroso, o en el caso de los abortos legales, porque el bebé tiene alguna deficiencia incompatible con la vida... No está debidamente atendido. Y eso, también es violencia.

Cuando una mujer elige dar el pecho y una ‘bata blanca' que pasa por allí le dice ‘mujer, dale el biberón, que mira, a mí me lo dieron y mira qué hermosa me han hecho'... Eso es violencia, también. No es solo violencia física. Es otro tipo de violencia, si cabe más aceptada aún; es psicológica en la que la mujer es más vulnerable a esa relación desigual con quien le atiende y que no tiene en cuenta sus sentimientos. Es un maltrato intrínseco en la sociedad, que lo tiene normalizado incluso dentro de su propia familia. Hay que darse cuenta de que se ha llegado a desvirtuar de tal manera que hay una mujer embarazada, y hay un nacimiento que es una violencia obstétrica, pero no solo la que define la OMS. Cuando una mujer te dice ‘cítame pronto que si se enteran en mi empresa de que estoy embarazada me van a despedir'... Cuando una mujer que trabaja con un embarazo de riesgo y tiene que enterarse su jefe de toda su historia clínica porque necesita un justificante médico para no cargar pesos y no estar mucho tiempo de pie, etc... Mujeres que se ven entre trabajar o cuidar su embarazo. O cuando una mujer está vomitando o tiene náuseas y se le dice ‘si el embarazo es algo fisiológico'... Todo esto, lo ha transmitido a través de la historia y la cultura gente que nunca ha estado embarazada ni va a estar, pues estas leyes las hicieron ancestralmente hombres.

Cuando se habla de violencia obstétrica, aunque a mí me educaron médicos, con las leyes de los médicos y los libros de los médicos (aún me acuerdo del libro del Doctor Botella) y ellos decían la obstetricia que se debía hacer, reconozco que después de haber seguido esas pautas ahora mismo me doy cuenta de que estaba haciendo violencia obstétrica porque era lo que ‘sabía hacer'. Y he tenido que dar marcha atrás para darme cuenta de que aquello que me habían enseñado no era bueno para las mujeres.

No denuncian porque algunas se preguntan: ‘¿Y si vuelvo allí y me tratan mal?'. Es el momento más vulnerable en la vida de todas las mujeres, un momento en el que no sabes que te pasa, un día te levantas por la mañana y eres distinta al día anterior, o quieres que te salga bien, no se te puede echar la culpa al subir a la báscula y escuchar ‘no se puede estar tan gorda, ¿qué estás comiendo?'... Se está tratando a una persona. Por quedarte embarazada no pierdes inteligencia, ni autonomía, ni pasas a tener cinco años en que todo el mundo opina si tienes buena o mala cara, si tienes la barriga alta o baja, si tienes leche o no. Es intrínseco en la sociedad. A veces, se devalúa lo que la mujer siente en ese momento. Por eso la forma de que eso vaya revirtiendo es empoderando a las mujeres. Que sepan que están haciendo la cosa más importante que se puede hacer, que es traer una criatura al mundo, que se evalúe y se valore y se tenga en cuenta lo que la mujer siente. Que se le haga caso.

Necesidad de más profesionales

Cada vez hay menos matronas que salen de la Universidad. En Galicia se necesitaría el triple por lo menos, no solo para que haya matronas en todos los centros de salud y todas las mujeres tengan las mismas posibilidades de ser bien atendidas en la cercanía, sino también para que tengamos presencia, como hacía tiempo en las plantas de Obstetricia, y sobre todo para que haya relevo de todas las jubilaciones que en pocos años van a ocurrir en toda Galicia. Las matronas ya llevamos años demostrando que estamos al lado de las mujeres y las que estamos dando la visibilidad para el cambio. Matronas y mujeres juntas necesitamos unirnos para que sea posible ese cambio, con otras profesiones que atienden la salud mental perinatal y porque la mayoría somos mujeres. Y los hombres que hay, están a favor de las mujeres y de este cambio necesario.

*Colaboración de la matrona viveirense Beni Martínez al hilo de un comunicado reciente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos en el que este niega la existencia de la llamada «violencia obstétrica». Ella también es secretaria de FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España).