Pancho Pego Pita y la turbulenta historia de los habanos Partagás

MARTÍN FERNÁNDEZ

A MARIÑA

«Partagás y nada más», el anuncio de la fábrica con las fotos de sus dos copropietarios, el asturiano Ramón Cifuentes (a la izquierda) y Pancho Pego Pita, nacido en Ortigueira
«Partagás y nada más», el anuncio de la fábrica con las fotos de sus dos copropietarios, el asturiano Ramón Cifuentes (a la izquierda) y Pancho Pego Pita, nacido en Ortigueira A.M.F.

Nacido en Ortigueira, fue copropietario de la fábrica con su amigo Ramón Cifuentes, quien tuvo tres hijos con una amante cubana que se suicidó

12 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturianos y gallegos de A Mariña y Ortegal figuran, por derecho propio, en el cuadro de honor de la industria tabaquera de Cuba. En ocasiones se asociaron y, entonces, el mundo se les quedó pequeño. Un ejemplo fue la Real Fábrica de Tabacos Partagás que obtuvo la Medalla de Oro de las exposiciones mundiales de Chile, Viena, Matanzas, Amberes y, hasta en seis ocasiones, en París. Una empresa que sufrió grandes turbulencias y vivió una gran amistad: la de Ramón Cifuentes, de Ribadesella, con Francisco (Pancho) Pego Pita, de Ortigueira, sus dos mayores emblemas.

La firma fue fundada por el catalán Jaime Partagás Rabell en 1854, un año en que Cuba contaba con 1.250 fábricas y marcas de tabaco registradas. Había nacido en Arenys del Mar en 1816 y llegado a Cuba con 14 años. Tuvo éxito y en 1853 mantuvo un gran pleito con el asturiano González Carvajal al comercializar ambos puros con la misma marca, Flor de Cabañas. Perdió el catalán y se vio obligado a cambiar de nombre y constituir La Flor de Tabacos Partagás.

Asesinado por la espalda

Fue el primer peldaño de su irresistible ascenso a la cima. Pero no reparó en medios ni en formas Y en 1868 un tiro por la espalda acabó con su vida en una plantación de Vuelta Abajo. Su mujer, Catalina Puig, vendió en 1876 la fábrica, las marcas y las fincas de Pinar del Río al banquero asturiano Juan Antonio Bances, uno de los más influyentes en la economía de Cuba en el siglo XIX.

Bances hizo socio a su paisano Ramón Cifuentes al que, cuando se arruinó en 1900, acabó vendiendo la fábrica. Cifuentes, nacido en 1864, había llegado a Cuba con 17 años. Empezó de aprendiz y acabó de gerente de Partagás antes de ser su dueño y convertirla -«Partagás y nadie más»- en un emporio que ocupaba a 4.000 empleados y era la principal proveedora de Casas Reales europeas, clubes y trusts financieros y de las grandes distribuidores de tabaco en el mundo.

Para ello, se apoyó en dos amigos: su paisano Antonio Fernández y el ortegano Pancho Pego Pita, su gerente y hombre de confianza, un tipo cordial, simpático, con don de gentes, fuerte y muy valiente. Se decía que era su guardaespaldas y se popularizó el dicho «Pancho Pego, pega fuerte»…

En 1914, Cifuentes regresó a España -fue alcalde de Ribadesella- y dio el 50 % a su amigo gallego. Los dos habían tenido vidas paralelas. Pancho nació en 1868 en Senra (Ortigueira) y llegó a Cuba con 14 años. También fue aprendiz y gerente de Partagás desde 1906. Murió en 1940 en Padrón (A Coruña), dos años después que Cifuentes. Y tras su muerte, su esposa, Dolores Busto, y sus siete hijos decidieron devolver sus acciones en Partagás a los herederos del asturiano.

El punto final de Partagás lo puso Fidel Castro: intervino la empresa y desde el 14 de abril de 1962 la registró a nombre de Cubatabaco, empresa del Estado cubano….

La primera empresa exportadora de Cuba

Pancho Pego y Cifuentes llevaron a Partagás a la cima. En la Balanza Comercial de Cuba de 1934, Cifuentes, Pego y Cía es la primera empresa en el ránking de las 110 mayores exportadoras: 7,3 millones de puros exportados por 796.040 dólares. En segundo lugar figura el asturiano Pepín Rodríguez (Romeo y Julieta), con 6,7 y 721.066 dólares y en el quinto, José Fernández Rocha (J.F. Rocha), de Reinante (Barreiros), con 2,3 millones de habanos vendidos por 256.694 dólares.

Pancho Pego era afable, jovial, populista. Su éxito como codueño de Partagás y su permanente ayuda a sus paisanos lo catapultaron a la presidencia del Centro Gallego en 1924 y 1929. Presidió también la Unión de Fabricantes de Tabaco de Cuba. Y en 1930, Alfonso XIII lo nombró Comendador de la Orden de Isabel la Católica. Fue activo miembro del conservadurismo y de la España Integral de Ramón Canoura, de O Valadouro.

Como presidente del Centro Gallego acompañó a Ribadeo a la Junta de Patrones de la Fundación Pedro Murias de La Habana para iniciar en 1924 la segunda fase de las obras de la Granja Escuela de Villaframil. La primera se iniciara en 1913 con su constitución por su fundador Pedro Murias que la dotara con las rentas de varios edificios que poseía en La Habana, diversas acciones y 10.000 pesos oro. La Junta funcionó regularmente hasta 1961 cuando la dictadura castrista expropió los bienes que la sustentaban.

La vida y la obra de Cifuentes fueron estudiadas por sus sobrinos Manuel Cifuentes Pando (Todos a bordo) y Alejandro Llano (Olor a yerba seca). Y la de Pego Pita, sobre todo por el ortigueirés J. M. Suárez Sandomingo.

Su amigo Ramón Cifuentes tuvo tres hijos con una amante cubana que se suicidó

Ramón Cifuentes nació en 1864 en San Salvador de Moro (Ribadesella). Creció viendo partir cada mes hacia Cuba al bergantín La Habana que hoy figura en el escudo de la villa. En cada salida, la ilusión y la nostalgia presidían el baile que siempre se celebraba en el puerto: «Que no te vuelva a ver/ porque embarco mañana/ en un barco de vela/ voy a La Habana». A los 17 años cumplió su sueño y se subió a él.

En Cuba se casó dos veces. La primera, con Dolores Vento en 1884. La conoció cuando ella y su capataz, Pego Pita, acudieron a socorrerlo tras caerse del caballo en una carrera y sufrir graves heridas al dispararse el arma que llevaba en el cinturón. Dolores falleció al poco tiempo sin descendencia. La segunda, en 1903, con Rosario Toriello, una hermosa mujer en cuyo honor levantó Villa Rosario, un suntuoso chalé hoy famoso hotel de Ribadesella. Con ella tuvo 8 hijos: Rosario, Isolina, Esmeralda, Estela, Ludivina, Ramón, Rafael y Manuel.

Además de ellos, Cifuentes tuvo ?según Juan Alberto Berni- tres hijos no reconocidos con la cubana Josefa Garrido cuyos padres vivían cerca de él, en la calle Egido. Cuando se conocieron, ella tenía 22 años y él 41. Y de su relación nacieron tres niños: Ramón, fallecido a corta edad, Miguel y Eloína. Un día, antes de uno de sus frecuentes viajes a España, Ramón prometió a Josefa que, al volver, reconocería a los niños y se casarían. Pero regresó casado con Rosario y Josefa nunca se recuperó. Seis años después, al enterarse ella de que el tabaquero pusiera Ramón al hijo que tuvo con Rosario ?el mismo nombre del que tuvo con Josefa, muerto a corta edad- se suicidó prendiéndose fuego. Tenía 38 años. Sus dos hijos quedaron al cargo de una tía. Cifuentes les ayudaba, los visitaba, les hacía regalos… Y ellos le llamaban padrino...

El tabaquero asturiano vivió en la calle Ferraz 25, en Madrid. Fue jefe del Partido Conservador en Cuba y alcalde de Ribadesella entre 1914 y 1918. Costeó las escuelas del Carmen y fundó la famosa fábrica de sidra El Sella con las marcas La Santina, en México y Covadonga, en Cuba.

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