Tras la reunión, García Cadiñanos quiso ofrecer «una palabra de ánimo al comité de empresa y a todos y cada uno de los trabajadores. Como Iglesia vivimos con preocupación este conflicto, ojalá que con la participación de todos, política y económica, se pueda solucionar y podamos tener esperanza para toda la comarca y un futuro con dignidad para las familias», indicó.
«Agradecemos el detalle del obispo de venir a saber cómo está la situación de los trabajadores del complejo industrial y de las auxiliares, y del resto de A Mariña. También la deferencia de los párrocos de la comarca, que quisieron poner encima de la mesa esta problemática y que el prelado estuviese informado. Le pedimos solo una cosa, que rece todo lo que pueda para ver si al Gobierno le da por trabajar y aunque fuera solo un día convoque una reunión» para abordar una contraoferta a la propuesta de Alcoa, señaló el presidente del comité de empresa.