Cientos de mineros mariñanos festejaban a su patrona tal día como hoy hace décadas
04 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.
Tal día como hoy, 4 de diciembre, de hace setenta, ochenta, noventa o cien años, cientos de mineros de A Mariña y sus familias festejaban por todo lo alto a Santa Bárbara, patrona de los mineros. Trabajaban en la mina de A Silvarosa, el yacimiento de hierro que llegó a emplear en Viveiro a medio millar de obreros décadas antes de que las multinacionales Alcoa (aluminio) y Vestas (energía eólica) llegasen a la comarca. Durante la fiesta sacaban en procesión una imagen de Santa Bárbara que se guardaba en la capilla del poblado minero, y de cuyo paredero actual nada se sabe, como explica Ramiro Mel Fraga, gerente del alojamiento turístico en que ha sido transformado el antiguo hospital de la mina, situado en Vieiro, y que reivindica el pasado industrial de la zona. «Non se sabe onde está nin que puido pasar con ela», agrega, antes de resaltar que en la iglesia de San Francisco hay una Santa Bárbara que posiblemente fue donada al templo cuando la mina empezó a funcionar, y en la iglesia de Vieiro un cuadro.
Recientemente, Mel encontró una fotografía tomada en los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado en la que se ve la primitiva imagen de Santa Bárbara. Una instantánea cedida por la familia Ortueta Andonegui. «Foi a última familia de facultativos, o que hoxe serían enxeñeiros de minas, que viviron nesta casa», señala el emprendedor, que ha intentado, sin éxito, localizar o identificar a alguna de las personas que aparecen en la foto. «Nos últimos anos da mina a capela xa estaba en desuso, moi deteriorada, e algunhas das festas celebráronse en San Francisco, con procesión e comida nos claustros, e algún ano mesmo no bar Chipe», indica Ramiro. Al parecer, durante la fiesta los mineros eran agasajados con un bocadillo, bollos preñados y hasta una botella de vino. «Houbo anos nos que se celebrou no local do hospital un pequeno ágape e música», apunta.
La mina cerró en 1966
El yacimiento de A Silvarosa fue explotado desde finales del siglo XIX por una empresa de capital alemán primero (The Viveiro Iron Ore), y más tarde por el empresario vasco Horacio Echevarrieta, el gallego José Barro o la empresa pública Ensidesa. La mina cerró en 1966 debido a la mala calidad del mineral extraído. Un cese de actividad que acarreó una importante crisis industrial en la zona, como recuerda Ramiro Mel.