La aerotermia consolida a Instalaciones Veiga como una pyme fuerte de A Mariña

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Los hermanos José y Lorenzo Veiga Golpe dirigen hoy la empresa que fundó su abuelo Darío hace alrededor de ocho décadas
Los hermanos José y Lorenzo Veiga Golpe dirigen hoy la empresa que fundó su abuelo Darío hace alrededor de ocho décadas PEPA LOSADA

La empresa de Viveiro tiene 8 empleados y facturó unos 600.000 euros en el 2021

19 ene 2022 . Actualizado a las 22:29 h.

En unos tiempos en los que la pandemia del coronavirus anima a cantidad de personas a emprender la reforma de sus viviendas y los efectos del cambio climático son una realidad que se palpa a diario, la aerotermia, un sistema de climatización que permite obtener energía del aire para convertirla en calefacción o agua caliente, consolida a la viveirense Instalaciones Veiga como una de las pequeñas y medianas empresas (pymes) más fuertes de A Mariña, con ocho empleados y algo más de 600.000 euros de facturación en el 2021. «O 90% da obra nova que se fai agora son instalacións de aerotermia», explica su gerente, José Veiga Golpe, que señala que los clientes optan cada vez más por este sistema de energía renovable cuyos consumos son bajos y que no contamina el medio ambiente, a diferencia de lo que ocurre con las tradicionales calderas de gasóleo; algo que, según detalla, casi nadie instala ya. «A aerotermia consiste un aparato que vai no exterior da vivenda como se fora de aire acondicionado e colle o calor do aire, que transforma para quentar tanto a auga quente sanitaria para os grifos como para a calefacción», precisa.

«Nunha instalación de radiadores antiga, a auga ía a 70 graos, mentres que nunha instalación de chan radiante, coa metade, 35 graos, quéntase de sobra unha vivenda», afirma, antes de subrayar que este tipo de sistemas son especialmente eficientes en la costa lucense, donde el clima es templado y hay pocos días de frío intenso. «No interior ás veces instalan como apoio unha caldeira de gasóleo ou de gas, pero na costa poucas veces fai falla facelo», comenta. A ese respecto detalla que en seis o siete años los consumos de la aerotermia están amortizados.

El valor de pequeñas empresas

Tras haber sorteado, no sin grandes dificultades, la crisis del sector inmobiliario que arrancó en torno al año 2008 y que llevó al tacho a decenas de pymes del sector en la comarca mariñana, Instalaciones Veiga retomó la senda del crecimiento en el 2016. En el informe Ardán más reciente, correspondiente al ejercicio del 2019, la cifra de negocio de la empresa superó los 545.950 euros con 7 empleados. Unos datos que, según explica Veiga, en el anterior ejercicio incluso mejoraron un poco. «Facemos fontanería, calefacción, reformas integrais de baños, limpeza de tellados e canalóns...», relata un empresario que es casi más conocido por presidir la Xunta de Cofradías de la Semana Santa de Viveiro.

Y es ahí donde hace hincapié en la relevancia de las pequeñas empresas. «Está ben que haxa empresas grandes como Vestas e Alcoa, que por desgraza están tan de moda as dúas, pero penso que para unha zona coma esta é moito mellor ter dez empresas de dez, quince ou vinte empregados que unha de cen. Porque se pecha unha das dez quedan outras nove, mentres que se unha grande pecha a situación é tremenda», reflexiona.

Viveiro, Ourol, O Vicedo, Xove y algo de O Barqueiro son las áreas de actuación de una firma que en el 2008, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, llegó a tener 14 empleados, y que también ha desarrollado proyectos en otros puntos de la provincia. «Entón facíanse sobre todo obras grandes, e para resistir houbo que cambiar o sistema de traballo e empezar coa obra pequena», recuerda.

«Hai 30 anos ninguén pensaba no cambio climático, pero agora si»

«Hai trinta anos ninguén pensaba no cambio climático, pero agora si. Antes montabas unha caldeira de gasóleo que contaminaba unha barbaridade e consumía gasóleo a piñón, pero hoxe en día a maioría da xente ten conciencia de que iso non se pode montar», comenta José Veiga Golpe. En su opinión, el auge de Internet también ha contribuido a ese cambio de mentalidad en la sociedad. Materiales como el hierro y el cobre, y calderas de leña o de gasóleo, han dado paso desde entonces a otros materiales como el plástico y a bombas de calor. «Houbo un cambio brutal», finaliza el responsable de Instalaciones Veiga.

Cuatro de los nietos del fundador, Darío Veiga, trabajan en la empresa

Recuerda José Veiga Golpe que el origen de la empresa se remonta a los años cuarenta del siglo pasado cuando, acabada la Guerra Civil, su abuelo Darío, que era afilador, empezó a hacer algunos trabajos de fontanería, un oficio que entonces daba sus primeros pasos con la instalación de canalones y conducciones para distribuir el agua en edificios y viviendas. En el año 1973, Darío Veiga Candia, padre de José e hijo del primer Darío, montó la empresa tal y como es ahora. «Actualmente nela traballamos os catro netos de Darío. Meu irmán Lorenzo e máis eu, e meus primos Manolo e Darío», señala el actual gerente de Instalaciones Veiga. Él comenzó a trabajar con su padre en 1988 y tomó las riendas mediados los noventa. Durante un tiempo llegaron a utilizar como eslogan publicitario la frase «Tres generaciones a su servicio».