De un barco en la bahía más turística de Chile a un bar junto a la playa en Covas, en Viveiro

A orillas del océano Pacífico, en la región portuaria de Coquimbo, en Chile, nació hace cuarenta años Daniela Araya Álvarez. Allí trabajó durante mucho tiempo en la empresa turística familiar que, entre otros, posee un catamarán «pirata» con capacidad para 350 personas que realiza recorridos por una de las bahías más hermosas y cargadas de historia de Sudamérica. Y ahora, a unos 10.500 kilómetros de distancia, la mujer está a punto de emprender otra aventura empresarial, ya que este sábado, a las 19.00 horas, inaugurará el café-bar Nordés, situado en una de las zonas más turísticas de A Mariña, junto a la playa viveirense de Covas, cerca del monumento natural de Os Castelos.

«Allá, en Chile, siempre trabajé ligada al turismo, y aquí me gustaría que la gente conociese algo más de mi país», relata Daniela, que se estableció en Viveiro hace ocho años. Al municipio mariñano llegó «por amor» al padre de su hija, del que actualmente está separada, el 14 de febrero del 2017. Y «por amor» a la niña, que tiene siete años, se ha animado a dar el paso de montar su propio negocio después de varios años trabajando en la hostelería. En negocios como la Pizzbur, en Covas, o El Faro, en San Cibrao, entre otros.

«Llegué a Viveiro sin saber hacer un café, pero aquí aprendí a hacer de todo: a cocinar, atender en barra...», Daniela Araya Álvarez, hostelera natural de Chile

«Una de las razones que me movieron a pillar el traspaso fue la de poder conciliar el trabajo con el cuidado de la niña porque estos últimos años han sido un caos para compaginar todo», señala la hostelera, que en Viveiro no tiene familia aunque sí cuenta con una «red de apoyo» que le echa una mano en todo lo que puede cuando el trabajo se lo permite. «Tengo amistades que son como de mi familia y cuando estás lejos de tu casa eso es algo muy importante», reflexiona.

Abrirá de martes a domingo

«En Viveiro la gente me ha tratado siempre súper bien, y eso me ha motivado también a abrir el Nordés. De momento lo voy a llevar yo sola, aunque a lo mejor miro de contratar a alguien a media jornada, sobre todo para los desayunos», reconoce. El Nordés estuvo abierto durante todo el verano y hasta bien entrado el mes de septiembre. En su nueva etapa abrirá los sábados de 10.00 a 16.00 horas, y desde las 19.00 hasta el cierre, y los domingos de 10.00 a 16.00 horas. El lunes cerrará por descanso, mientras que de martes a jueves funcionará de 09.30 a 16.00 horas. Los viernes también abrirá por la tarde hasta el cierre. Ofrecerá a su clientela desayunos, raciones variadas (de calamares, alitas de pollo o nuggets, entre otros), así como bocadillos. La idea de Daniel es también preparar algunas delicias típicas de su país natal, como empanadas de carne, pollo, queso o camarón-queso, así como salsas como pebre chileno.

De cara al próximo verano, una etapa en la que la zona está a reventar de turistas, a Daniela le gustaría potenciar la coctelería y «tragos» típicos de Chile que en España apenas son conocidos.

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