Concluye el juicio del acusado de intentar matar a su exnovia y al hijo de esta en Foz

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

FOZ

T.T

La Fiscal se ratifica en los 30 años de prisión y el abogado de la defensa alega no haber pruebas

13 feb 2020 . Actualizado a las 21:28 h.

Pasadas las diez de la mañana de este jueves se reanudó en la Audiencia Provincial de Lugo el juicio contra el focense acusado de intentar matar a su expareja y al hijo de esta en marzo de 2018.

A este hombre se le acusa de acceder al domicilio de su exnovia mientras ella estaba trabajando y abrir los cuatro fogones de la cocina de gas y las bombonas de gas de la cocina, así como el calentador y la estufa de gas. En el primer día del juicio, el acusado negó los hechos (algo que también hizo ayer cuando el magistrado le dio el turno de palabra antes de terminar el juicio). Por su parte, la víctima se ratificó en los hechos y a pesar de reconocer que se veía con él pese a tener el acusado una orden de alejamiento, ratificó que sufría acoso por su parte y que le tenía pánico.

La vista de ayer comenzó con la declaración de dos ingenieros técnicos, que elaboraron un informe sobre los niveles de gas y el consiguiente peligro de explosión. Lo realizaron a petición del Ministerio Fiscal y a partir de las diligencias de la Guardia Civil. Ambos peritos explicaron que redactaron el documento en base a una hora y cuarto en la que supuestamente permaneció el gas abierto en la vivienda y conforme a un espacio de 80 y 100 metros cuadrados. «Simplemente con accionar una llave de la luz, ya explotaría todo», manifestaron los peritos, que a preguntas del abogado de la defensa (que trajo a colación la declaración del tío de la víctima, que dijo en el primer día de juicio que la vivienda medía más de 100 metros cuadrado) respondieron que no acudieron al domicilio donde se produjeron los hechos. Así mismo también reconocieron que desconocían la fecha de la construcción del inmueble y el material en el que estaban hechas las puertas del inmueble.

Visto para sentencia

La Fiscal se ratifica en los 30 años de cárcel que le pedía desde un primer momento y ve un claro agravante de género por las expresiones que supuestamente el acusado vertió contra la víctima. Considera que el procesado no aceptó la ruptura sentimental y es por ello que el 30 de marzo se acercó a la vivienda y tras fracturar la puerta de la entrada al edificio accedió al piso de la víctima y abrió los mandos del gas para de acabar con la vida de ella y del hijo de esta. Asegura que no lo consiguió porque hubo «suerte» y la víctima «percibió el olor a gas». Trajo a sus conclusiones las declaraciones de los peritos industriales e indicó que «si accionara la llave de la luz, explotaría todo», por lo que ve alevosía.

La acusación particular elaboró unas conclusiones similares a las de la Fiscal e indica que no hay otro sospechoso. Asegura que lo único que pretendía el acusado era «dañar, perjudicar y matar a la exnovia y al hijo de esta».

Por su parte, el abogado de la defensa, considera que no hay ninguna prueba para incriminar a su cliente.

El juicio quedó visto para sentencia.