A Mariña es la excepción climática en una Galicia que emula al Mediterráneo: estas son las razones de su singularidad

FOZ

Playa de Area, en Viveiro
Playa de Area, en Viveiro PEPA LOSADA

Evitó la ola de calor con el considerado clima atlántico más puro de la comunidad

11 ago 2022 . Actualizado a las 23:14 h.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) destacaba a finales del mes pasado que España había vivido en julio «la peor ola de calor de la historia». Aunque A Mariña no se libró de la tendencia al alza de las temperaturas, sí quedó exenta -especialmente las zonas costeras- de valores extremos. En ese contexto, Bernardo Fraga, edil de Por Viveiro, abría en redes sociales el debate sobre la posibilidad de promocionar turísticamente el litoral lucense con el nombre «Costa Fresca». ¿Es A Mariña singular? Si es así, ¿cuál es el porqué?

Los meteorólogos acreditan que A Mariña es una comarca singular. En una charla, Juan Taboada, coordinador de Meteogalicia, resaltó que «a costa de Lugo é o clima atlántico máis puro que temos en Galicia, porque é onde menos variabilidade hai de promedio de temperaturas entre o inverno e o verán». Es la excepción -junto al norte de la provincia de A Coruña- a la tendencia habitual de la comunidad, cuyo comportamiento se parece cada vez más al de las regiones del Mediterráneo.

Mientras que el resto de Galicia tiene cada vez veranos más secos, similares a lo que los especialistas catalogan como un clima mediterráneo oceánico, en A Mariña persiste un clima oceánico templado, con lluvias repartidas a lo largo del año y con temperaturas máximas medias que bajan de los 22 º C y mínimas que alcanzan o superan los 4. En Foz, entre 2006 y 2015, el promedio más alto en el mes de agosto fue de 18,71 grados, según precisa Adrián Naray, meteorólogo y responsable de «O tempo en Foz».

Aunque advierte de que los criterios de Aemet o Meteogalicia son distintos para definir las olas de calor, Naray expone que «principalmente no litoral, pódese dicir que na Mariña non padecemos a vaga».

«Unha das diferenzas aquí é o refresco que hai polas noites, especialmente cando non hai ceos nubrados. Na Mariña e en Ortegal hai probabilidade en verán de que se formen nubes baixas, barruzos. A orografía marca e as serras, que temos bastante preto da costa, o Xistral é unha pero non a única, frean os ventos do Norte ou do Nordés que veñen do Cantábrico, e esas masas, moi húmidas, vense obrigadas a ascender ao tempo que se arrefrían», explica Naray. La dialéctica entre las moléculas del vapor de agua y las de los gases que forman el aire contribuye a que se mantengan sobre la comarca las populares nubes de estancamiento, que pueden molestar a los bañistas pero que garantizan temperaturas suaves en verano.

En el litoral de A Mariña, de hecho, «co Nordeste en xullo e agosto custa normalmente chegar aos 20 graos. Fálase moito da canícula deses meses, pero en setembro, co aire do Sur, supéranse máis doadamente eses valores», añade Naray.

Sin embargo, y pese a que el litoral mariñano haya quedado al margen de algunas penurias provocadas por el calor, la tendencia de las temperaturas -en menor medida- es también al alza en A Mariña, especialmente en el interior. Según concreta Naray, A Pontenova batió el mes pasado el récord histórico de la comarca. El 17 de julio alcanzó los 38,8 º C, que superan el registro de 37,01 grados localizado en Lourenzá en 2019. Y en la mensualidad, la media se disparó a 19,19 º C, la mayor de toda la serie histórica pontenovesa.

En las estaciones meteorológicas de Foz y Pedro Murias (Ribadeo), la temperatura media de julio fue la más alta desde 2018.

¿Es A Mariña, a nivel climático, un lugar privilegiado para vivir? Naray cree que es una pregunta para especialistas sanitarios. Nunca llueve al gusto de todos, pero -al menos en julio- A Mariña emergió como un pequeño oasis.