Despierta interés el edificio que se vende por 126.000 euros junto al puerto de Foz

María Cuadrado Fernández
MARÍA CUADRADO FOZ / LA VOZ

FOZ

A la venta está la parte derecha del edificio de color naranja, la que tiene un cartel.
A la venta está la parte derecha del edificio de color naranja, la que tiene un cartel. Xaime Ramallal

Los pisos necesitan varias obras de acondicionamiento para entrar a vivir

04 dic 2022 . Actualizado a las 13:15 h.

A pocos metros del muelle de Foz está a la venta un edificio que en los últimos tiempos ha registrado una rebaja de precio. Es un inmueble ubicado en la Rúa do Porto que consta de un bajo, de cuatro plantas destinadas a viviendas —una por planta— y de varios trasteros. En total, suma 406 metros cuadrados de superficie. Mirando de frente al inmueble, la parte a la venta es la derecha, la de cuatro plantas.

El inmueble se vende entero. No hay posibilidad de comprar solo un piso o únicamente el bajo. Quien lo adquiera deberá apostar por toda la propiedad que, según indican desde la inmobiliaria Cisbar, ha generado interés en las últimas semanas, coincidiendo también con un ajuste del precio. Actualmente se puede conseguir por 126.000 euros.

Algunas fuentes consultadas indican que es un edificio de 1948 que hace varios años fue objeto de diversas reformas. No obstante, desde la firma inmobiliaria reconocen que los pisos necesitan actuaciones de acondicionamiento para entrar a vivir, lo que también puede verse como una ventaja a la hora de rediseñar el aprovechamiento futuro de cada planta, bien como vivienda habitual o incluso como pisos turísticos.

Ubicación

Por su situación, a escasos metros del puerto donde atracan embarcaciones pesqueras y de recreo, situado junto al parque infantil y a la zona de terrazas de negocios hosteleros que bordean la Praza Conde de Fontao y a tiro de piedra del Centro Social, se señala la posibilidad de explotarlo con fines turísticos.

Desde Cisbar reconocen que en los últimos tiempos el edificio ha despertado el interés de potenciales compradores. La mayoría son inversores de fuera de la comarca mariñana que, según varias fuentes, valoran poder sacarle mayor partido a un inmueble singular y de porte, principalmente pensando en el uso vacacional.

Aún tras las mejoras ejecutadas en años pasados, que incluyeron canalizaciones nuevas de suministros de agua o de luz, entre otras, el edificio ha conservado prácticamente intacta su fachada, con los detalles originales.

Pendiente de obras de acondicionamiento, desde la inmobiliaria destacan que las viviendas son completamente exteriores, lo que les aporta mucha luminosidad. Cada una tiene dos habitaciones. Aunque carece de garajes, el bajo está pensado para alojar una actividad comercial o incluso varios despachos profesionales.