«Vou ir á despedida de solteira da miña nora»

OUROL

XAIME RAMALLAL

21 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cuántas futuras nueras conocen que hayan invitado a su futura suegra a su despedida de soltera? Esa es, sin duda, una clara prueba de confianza entre ambas, tanto por parte de la que invita como por parte de quien acepta la invitación. Y es la misma confianza, sumada al respeto mutuo, que se tienen Isabel Gómez García (Cabanas-O Vicedo, 1969) y Elena Martínez Ramil (Xerdiz-Ourol, 1987). Hace dos fines de semana compartían mesa y mantel en distintas celebraciones del Día de la Mujer tanto en Viveiro como en Ourol pero sin duda el momento más feliz para las dos a compartir será primero en la despedida de soltera de Elena, prevista para septiembre de este año, y luego su boda con el hijo de Isabel, Alejandro Martínez, tal y como mandan los cánones. Se llevan en años unas dos décadas de diferencia, pero eso no es obstáculo. La amiga de la futura nuera le preguntó si quería invitar a su futura suegra y ella respondió con un rotundo y claro «por suposto». Luego, la invitada contestó: «Por que non? É un orgullo!»Añade la última, Isabel: «Levámonos moi ben dende que a coñecín. As dúas somos moi abertas, e eu estou encantada con ela. Xa lle chamaba nora antes de saber da voda». Añade que son «afíns en moitas cousas» y para ella Elena es «como unha filla, téñolle cariño, e á súa familia tamén». Van juntas también a tomar cafés de vez en cuando, celebran bastantes reuniones familiares o se organizan para irse de compras: «Temos ido ao mesmo centro comercial, pero despois dividímonos», dice riendo.

  

«SOGRAS ASÍ... POUCAS»

«Sogras así poucas se encontran», señala Elena. Y tiene razón, admitiendo que es posible que sí, que la ve también como una «segunda nai». Ella y Alejandro son hijos únicos. «Díxome dende que a coñecín que estaba para o que eu necesitase, e que aquí me ía ter aínda que non saíra para diante a nosa relación, igual que me dixo meu sogro». «Ademais, non se mete nas miñas cousas», resalta, porque ese espacio es otro puntal básico en una relación suegra-nuera que, como esta, derriba mitos clásicos negativos. «Sempre tes algo de medo e reparo por como serán os sogros, se te levarás ben. Pero dende o principio o noso foi perfecto, incluso dende que os dous fomos vivir xuntos», dice.