Muere una turista de 24 años al caerle una piedra en una cueva de la playa de As Catedrais

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RIBADEO

Foto Miguel

La joven, vecina de Valladolid, visitaba con su novio el arenal, que fue precintado tras el suceso

09 abr 2019 . Actualizado a las 18:33 h.

A Mariña lucense despide la Semana Santa con un sabor muy amargo tras morir ayer en la playa de As Catedrais (Ribadeo) una joven turista, Irene Baladrón Zorita, de 24 años y vecina de Valladolid. El accidente se registró poco antes de la una de la tarde, cuando la mujer visitaba el arenal acompañada de su novio. La joven perdió la vida tras desplomarse sobre ella una piedra de una de las cuevas que conforman el monumento natural, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo, según confirmaron ayer desde el 061. Es la misma versión que manejan la Xunta y el Concello de Ribadeo.

La primera voz de alarma la dieron los visitantes que en ese momento se encontraban paseando por la playa, que ayer fue cerrada al público nada más producirse el suceso. Desde el 23 de marzo hasta mañana día 2, solo se puede acceder al arenal con uno de los 4.812 pases gratuitos que reparte a diario la Xunta para visitarlo. En un primer momento se determinó que la playa estaría cerrada hasta hoy, pero a última hora de la tarde la Consellería de Medio Ambiente, en coordinación con la Delegación del Gobierno en Galicia, anunciaban el cierre del recinto al menos hasta mañana.

Durante la mañana de hoy está previsto que varios técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural y agentes de la Guardia Civil realicen una inspección ocular en la zona para analizar las posibles causas del suceso y comprobar si hay riesgo de que pueda haber un nuevo desprendimiento.

La joven fue atendida en un primer momento por otros visitantes, entre los que había varios médicos que también estaban haciendo turismo. Mientras, un particular llamó al 112 y desde ese centro de emergencias se avisó al 061 y a un equipo médico. También se desplazaron al lugar del accidente agentes de la Guardia Civil, miembros de Protección Civil de Ribadeo y bomberos. Además, fue avisada la Policía Local.

Estaba subiendo la marea

El suceso se registró en una de las cuevas situadas a mitad del recorrido. Desde allí, y con ayuda de otras personas que paseaban por el arenal, la mujer fue trasladada fuera de la playa, a una zona próxima al lugar donde están los antiguos aseos. Se tomó esa decisión porque la marea estaba subiendo y el mar acabaría cubriendo por completo la zona del desprendimiento. Pero pese a los intentos realizados no fue posible salvar la vida de la joven. La concejala delegada de Turismo de Ribadeo, Ana Martínez, se desplazó hasta el lugar nada más conocer la noticia. También lo hicieron el alcalde, Fernando Suárez, y el delegado territorial de la Xunta, José Manuel Balseiro. Ambos estuvieron en contacto directo con los servicios de emergencias y con los técnicos encargados de controlar el acceso al arenal. Un psicólogo municipal atendió en un primer momento al novio de la fallecida, aunque también intervinieron profesionales del Grupo de intervención psicolóxica en catástrofes e emerxencias (Gipce).

Quejas por la falta de asistencia sanitaria en un arenal que durante estos días recibe miles de visitantes

Entre las primeras en atender a la joven había varias médicas que en el momento del suceso formaban parte de una excursión que visitaba el arenal. Intentaron reanimarla, pero sin éxito. La falta de servicios sanitarios en As Catedrais generó más de una queja entre algunos de los que presenciaron el suceso y también a través de la web de La Voz. Aunque en verano hay socorristas, lamentaban la falta de este servicio en días festivos como el de ayer, en los que miles de personas visitan esta zona. Distintas fuentes confirmaron que Irene Baladrón disfrutaba de unas vacaciones de Semana Santa en la costa lucense. Estaba alojada en un hotel en Foz y desde esa villa se había dirigido a As Catedrais.

Los padres, en Alemania

Tanto el delegado territorial de la Xunta como el alcalde de Ribadeo trasladaron sus condolencias al compañero sentimental de la joven y a sus padres, que precisamente estos días se encontraban de viaje en Alemania. Estaba previsto que embarcaran ayer mismo en un avión hasta Bilbao, desde donde probablemente se desplazarán al Hospital Universitario Lucus Augusti, de Lugo, donde hoy se realizará la autopsia a su hija. También está previsto que se desplacen a Lugo dos hermanos de la joven.

Ya hubo advertencias

Mientras se esclarecen las causas, algunos visitantes alertaban de que en los últimos días ya se había desprendido alguna piedra. Al parecer, se lo comunicaron al personal de la entrada. El catedrático de Geografía Física de la USC Augusto Pérez Alberti recordó ayer que ya advirtió a la Xunta de los riesgos en ese arenal. Cree excesivo que se permita la entrada diaria de 4.812 personas: «Llevo diciendo mucho tiempo que las visitas a zonas de acantilados tienen que estar mucho más reguladas [...]. Los acantilados en períodos de lluvia tienen una sobrecarga hidrostática en las rocas y eso provoca movimientos en masas que pueden derivar en que se caiga una parte o se caiga todo en masa».