Casi 30 pisos de Viveiro llevan más de cinco años habitados sin licencia

Lucía Rey
Lucía Rey VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

XAIME RAMALLAL

El Concello dice que no puede concederlas porque el solar delantero no está «humanizado»

13 dic 2017 . Actualizado a las 10:21 h.

Alrededor de treinta pisos de Viveiro llevan más de cinco años habitados sin licencia de habitabilidad o de primera ocupación. Se trata de la segunda fase del edificio Marina Sol, situado en el número 35 de la Avenida de Ferrol, en la conocida como Variante. «A primeira fase está totalmente legalizada, pero na segunda hai moitos inquilinos que levan anos solicitando a licenza e non llela dan», expone el presidente de la comunidad de los números 35-37, Pepe Parapar. Los afectados indican que el Concello culpa a Costas de la situación, y viceversa.

La alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, reconoció ayer que las viviendas se encuentran en situación irregular puesto que el Ayuntamiento no puede conceder unas licencias que «están sujetas» a que «se humanicen» los terrenos que hay delante del edificio, y cuyo estado es lamentable. No en vano, el solar está sin asfaltar y se ha convertido en un aparcamiento incontrolado de vehículos que a diario obstaculizan el paso de los vecinos. Según apuntó ayer la regidora, la citada humanización es responsabilidad de la empresa promotora del edificio, aunque hay varias «incongruencias» que están complicando la solución del problema. Así, aunque la responsabilidad de adecentar la zona es del promotor de la obra, los terrenos son propiedad de Costas y el Pepri (Plan Especial de Protección y Reforma Interior) de Viveiro contempla la construcción de un vial en esa zona. 

TESTIMONIO: habla una vecina afectada

«A las eléctricas les da igual y nos cobran la luz, pero tememos que Viacqua nos corte el agua»

L.R. Viveiro / La Voz

Vecinos de los pisos construidos en el número 35 de la Avenida de Ferrol de Viveiro que están sin licencia de habitabilidad explican que tienen luz y agua con normalidad. «A las compañías eléctricas les da igual, nos dieron de alta los contratos a nuestro nombre sin tener licencia de habitabilidad, y nos cobran, pero tememos que Viacqua nos corte el agua», explicó ayer una de las residentes afectadas. Comentó que el promotor de la obra pagó durante algunos años el suministro de agua de todas las viviendas, pero hace algún tiempo «que se cansó y dejó de hacerlo».

Sí pagan el IBI

Desde entonces varios residentes se han desplazado a la empresa encargada del suministro en distintas ocasiones para intentar poner los contratos a su nombre. «Pero nos dicen que no pueden hacerlo, que no nos pueden facturar los recibos porque sería ilegal», indican. El Concello de Viveiro sí les cobra el IBI. «Queremos que nos solucionen esto de una vez. Estamos cansados de que unos se echen la culpa a otros», apunta la mujer, que, al igual que otros afectados, lleva viviendo en el edificio desde el año 2012. 

Concello y Costas estudian fórmulas para mejorar «de una vez por todas» los accesos a los bloques afectados

L.R. Viveiro / La Voz

La alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, reconoció ayer que una de las «prioridades» actuales de su equipo de gobierno es solucionar las numerosas «incongruencias» que hay en torno a los edificios construidos en la Variante. Indicó que Concello y Costas están estudiando fórmulas para mejorar «de una vez por todas» los accesos a los edificios construidos en la zona en la última década, y cuyos vecinos recogerán firmas para exigir mejoras, así como un paso de cebra que salvaguarde la entrada de los portales. «Es un tema complicado porque no depende solo de nosotros», señaló, antes de recalcar que, aunque los terrenos son titularidad de Costas, el Pepri en vigor contempla la construcción de un vial paralelo a la variante. Algo que a día de hoy parece «no tener sentido». Por ello, desde el Ayuntamiento están realizando un análisis jurídico de la situación. La semana pasada hubo una reunión entre técnicos municipales y de Costas.

OPINIÓN: "Un galimatías"

Cuando las cosas se hacen mal desde el principio, tarde o temprano aparecen los problemas. Ocurre ahora en Viveiro, donde una norma urbanística contradice lo que quiere Costas y lo que tendría que hacer un constructor. Un galimatías en el que los verdaderamente perjudicados son los vecinos que día tras día tienen que arreglárselas para poder entrar en sus portales esquivando coches y sin torcer un tobillo o romper una pierna.