Fiscalía pide un año de cárcel para una madre por darle un escobazo a su hijo en Viveiro

La Voz

VIVEIRO

ALBERTO LÓPEZ

Además solicita que no se comunique con él y que no se acerque a su casa

21 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pegarle un escobazo a su hijo en medio de una discusión en el hogar familiar puede costarle un año de cárcel a la madre. Al menos esa es la pena que le pide la Fiscalía por lo que califica de «delito de malos tratos en el ámbito familiar». No solo solicita que la progenitora sea condenada a prisión, sino que además pretende que se le prohíba aproximarse a su hijo y al domicilio que compartían. También demanda que se le impida comunicarse con él durante dos años.

Casi tanto tiempo como el que pasó desde que ocurrió, a mediados de octubre del 2016. Sucedió en una casa del municipio lucense de Viveiro que el Ministerio Público describe como el «ámbito espacial y afectivo en el que se desarrollan las relaciones de convivencia familiar». Cuando discutían madre e hijo, ella «asestó un fuerte golpe con el mango metálico ?de la escoba? en la espalda» del chaval. Cumpliendo la misión que le encomienda la Ley de «promover la acción de la Justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público», la Fiscalía considera que le dio el escobazo «obrando con completo desprecio al vínculo familiar que le une a su hijo». Añade que la progenitora lo hizo «guiada en su actuar de atentar contra su integridad física».

Pasado mañana, lunes, está previsto que la madre se siente en el banquillo de los acusados del Penal 2 de Lugo. La acusación popular opina que en este caso «no concurre circunstancia modificativa alguna de la responsabilidad criminal». Además de la prisión, de la orden de alejamiento y de la prohibición de comunicarse con el hijo, la Fiscalía solicita que la madre pague las costas judiciales. El escrito oficial no explica si el chaval resultó lesionado. Tampoco permite averiguar cómo llegó el caso a los tribunales, si por una denuncia del hijo, de las fuerzas de seguridad o del personal sanitario que pudiera haberlo atendido. Y en ningún momento hace referencia a la patria potestad.