Una pareja argentina que sabe mucho de crisis abrirá en Viveiro dos negocios más

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

Pablo e Ivana, ante el bajo de la Travesía da Mariña donde prevén abrir una heladería a finales de junio
Pablo e Ivana, ante el bajo de la Travesía da Mariña donde prevén abrir una heladería a finales de junio XAIME RAMALLAL

Ivana Pulleiro y Pablo Vázquez crearán 8 empleos con una heladería y una pizzería

10 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay un país curtido en mil crisis económicas, ese es Argentina, y de allí proceden Ivana Pulleiro Miralle y Pablo Vázquez Hidalgo, una pareja de emprendedores afincada en Viveiro desde hace doce años y que en breve abrirá dos negocios más. Serán: un heladería que funcionará en el bajo del número 25 de la Travesía da Mariña, en el local donde hasta hace unos meses estaba la tienda de moda Dándara, y una cafetería con pizzería en el bajo de la Praza da Fontenova donde el ceramista Alfonso Otero Regal tuvo una tienda durante años. Ambos negocios vendrán a sumarse al bar El Bondi, que abrieron hace dos años y medio en un bajo del edificio Parquemar, en Cantarrana.

«Vamos a abrir una heladería con helado artesano cien por cien gallego, elaborado a diario con los mejores ingredientes naturales, y que también contará con servicio de café, gofres, refrescos, batidos, creps o chocolate, pero sin nada de bebida alcohólica», adelanta Ivana. Una de las novedades es que será el primer negocio especializado en helados que funcionará en la ciudad del Landro durante los 365 días del año y no solo en los meses más calurosos. Formará parte de la franquicia Porta Real, cuya sede está en A Coruña, y que hasta ahora también se puede encontrar en ciudades como Santiago, Ourense, Oviedo, Betanzos o Sanxenxo.

«La única receta para sobrevivir a una crisis como la del coronavirus es mucho trabajo», Ivana Pulleiro, dueña del bar El Bondi

Alcanzarán los 15 empleados

Los empresarios avanzan que tienen previsto contratar a ocho personas: tres trabajadores para la heladería y cinco para la nueva cafetería. Estos ocho se sumarán a los siete que tiene El Bondi en Cantarrana, por lo que la empresa hostelera que dirigen alcanzará los 15 puestos de trabajo.

Si todo marcha según lo previsto, la heladería abrirá a finales de junio, mientras que la pizzería, que también llevará el nombre de El Bondi, podría ser inaugurada a principios de agosto, según pronostica Ivana, que es hermana de Walter Pulleiro, propietario de la Panadería de Covas y otro de los negocios de Viveiro que en los últimos meses, pese a la compleja situación derivada del covid, ha dado un paso hacia delante al estrenar un nuevo despacho de pan con cafetería en Cantarrana.

«Tener que enviar a mis empleados al ERTE por el covid es muy duro, me duelen más ellos que yo»

La hostelería de Viveiro lleva quince meses de cierres (el próximo sábado se pondrá fin al quinto parcial) y restricciones como consecuencia del coronavirus. Una etapa especialmente complicada que pilló a Ivana Pulleiro y Pablo Vázquez emprendiendo el vuelo en el bar El Bondi, donde sirven desayunos, raciones, bocadillos, hamburguesas, pizzas, batidos, postres, bollería o menús, y que dispone de una zona infantil con trepador y bolas, además de cambiadores para bebés.

«Lo abrimos en diciembre del 2018 y cuando estábamos empezando a remontar, en marzo del 2020 llegó el coronavirus», recuerda la empresaria. Tras el primer confinamiento, que durante 40 días limitó casi por completo la actividad de la hostelería (solo funcionaron los negocios que tenían servicio de comida a domicilio o de recogida en local), la pareja apostó por reformar el local recortando el aforo interior para montar una terraza. Una decisión que a la postre ha resultado muy acertada, puesto que a día de hoy, por ejemplo, las terrazas son el único espacio que continúa operativo.

Cuenta Ivana que «las crisis son para mantenerse». «Me duelen más mis empleados que yo. Tener que mandarlos un día para el ERTE por el covid, otro también..., es muy duro», añade la hostelera, que indica que cuenta con el mismo personal desde hace dos años y medio. «Tengo las mismas camareras que el día que abrí», relata.