El Obradoiro renueva sus votos

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

PACO RODRÍGUEZ

Kostas Vasileiadis, en su tercera etapa en el club, se ha encontrado «lo de siempre, familia»

15 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cambian algunas caras. En esta ocasión, también el parqué de Sar. Pero el grupo destila la misma ilusión y la misma cercanía de siempre, tanto los que siguen como los que se estrenan. Así ha arrancado la pretemporada del Obradoiro, con mucho trabajo de reconstrucción por delante. El retornado Kostas Vaslieiadis lo resumió en una frase, al ser preguntado respecto a lo que había encontrado: «Lo de siempre, familia». Afronta su tercera etapa en el club. Y, según sus propias palabras, espera que sea la última. Se confiesa «feliz» de estar otra vez en Santiago, «con mucha ilusión y muchas ganas».

Llega con ambición, tras militar en equipos habituados a clasificarse para la Copa del Rey: «Lo primero es hacer un buen grupo y trabajar bien. Si lo consigues, puedes hacer muchas cosas, como entrar en la Copa». Por lo visto tras las tres primeras sesiones, el proyecto arranca por buen camino: «Es un muy buen grupo, con buenos chicos, muy trabajadores. Eso es muy importante».

Uno de los nuevos es Hlinason, que recala en Sar con las ideas muy claras: «Este año es muy importante para mí. Es una oportunidad para tener minutos. Intentaré hacer mi baloncesto, mejorar día a día y aportar al equipo».

Sabe que llega a un equipo en el que Pustovyi deja un gran hueco, tras una gran progresión que le ha valido para ir al Barcelona. Hlinason confía igualmente en ir de menos a más. De momento, está encantado con la ciudad, y con la temperatura: «Veinte grados es perfecto para mí. En Valencia hace mucho calor».

Maxime de Zeeuw

Otro de los nuevos es Maxime de Zeeuw. Afronta «el mayor reto» de su carrera, «en la liga más importante de Europa». El pasado curso coincidió con McConnel en el Oldemburg. Todo lo que le comentó sobre el Obra y Compostela «era muy positivo». Y lo está comprobando en primera persona: «Todo el mundo es muy amable, tanto los compañeros como la gente. La ciudad es perfecta para la familia». Es un cuatro, pero también puede adaptarse a la demarcación del cinco.

Andreas Obst se pronuncia en términos similares a los de De Zeeuw: «Es un reto enfrentarse cada fin a algunos de los mejores jugadores de Europa». También buscó referencias de primera mano, a través de Maxi Kleber: «Me habló muy bien de los técnicos, el equipo y la ciudad, de un sitio ideal para mejorar».