Nick Spires apuesta por un Obradoiro aplicado para intentar sorprender al Real Madrid
20 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La Supercopa arrancará mañana pero Sar se envuelve ya en los aromas de un campeonato de lujo que reunirá en su renovado parqué al vigente campeón de la Euroliga y de la ACB, el Real Madrid; al campeón de la Copa del Rey, el Barcelona; al subcampeón de la ACB, el Baskonia; y al conjunto anfitrión, el Obradoiro. Son tres de los mejores equipos del continente y un aspirante que en alguna ocasión ya ha dado un susto a los grandes presupuestos de la Liga Endesa, un rival incómodo por su manera de competir. Tiene todos los pronósticos en contra, pero una de las señas de identidad de la ACB es que cualquiera le puede ganar a cualquiera.
Como anticipaban de manera prácticamente unánime los jugadores que asistieron a la presentación del curso 18/19, no es fácil saber el estado de forma de cada colectivo en la antesala de la temporada.
Pero los aficionados que se den cita en Sar verán al renovado y joven Obradoiro de esta campaña; un Real Madrid en el que han recalado el tirador esloveno Prepelic y el todoterreno argentino Gabriel Deck; un Baskonia que se ha reforzado con el poderío de Hilliard y Shields en el perímetro, más la proyección del ala pívot Adjin Penava; y un Barcelona entre cuyas incorporaciones sobresalen los nombres de los retornados a la Liga Endesa Kevin Pangos y Kile Kuric, Singleton (uno de los mejores pívots de la Euroliga), Roland Smits y Artem Pustovyi.
Los equipos llegan esta tarde
El Real Madrid y el Barcelona se ejercitarán antes de emprender viaje hacia Compostela, adonde arribarán en el transcurso de la tarde. El Baskonia completará una sesión de entrenamiento en Sar, a partir de las 19 horas, mientras que el Obradoiro hará sus ensayos por la mañana en el mismo escenario de la competición.
El viernes abrirán el fuego, a las 19 horas, el Baskonia y el Barcelona. Y a las 21.30 el colectivo de Moncho Fernández intentará dar la gran sorpresa de la Supercopa ante el Real Madrid.
Nick Spires, que ultima la recuperación de un esguince de tobillo, confía en poder estar a disposición del técnico. Todavía nota molestias, pero subraya que la mejora en los últimos días ha sido sustancial. «Estoy entrando en los entrenamientos y tengo la esperanza de estar con el equipo», apostilló.
El pívot sueco califica la pretemporada como «dura», debido a los problemas físicos que han afectado a varios jugadores. Pero ve al equipo «mejorando cada día», con muchas ganas de reencontrarse con la afición en Sar y disputar la Supercopa.
Spires apuesta por preparar la semifinal «como cualquier otro partido de pretemporada, hacer las cosas bien, cuidar sobre todo los detalles, y salir al cien por cien». Sabe que «hay muchas cosas que mejorar aún». Pero está convencido de que el Obradoiro encarará la contienda con un plan de ruta bien concebido y que la clave estará en «llevarlo a la práctica». También apela a la confianza, a «creer siempre que se puede ganar».
Insiste en poner más el foco en el Obra que en el rival, en tratar de hacer las cosas bien, de conseguir el máximo rendimiento, sin dejar de reconocer el nivel del adversario: «El Real Madrid es un equipazo. Han ganado la Euroliga y la ACB. Nosotros tenemos que fijarnos en las cosas que tenemos que hacer bien, también pensando en el futuro, en preparar la Liga».
Del equipo que se ha configurado para esta temporada destaca «la mezcla de todo». Y se explica: «Tenemos buenos tiradores, tenemos pívots con mucho talento y capacidad para hacer muchas cosas, no solo estar en la pintura. Somos un equipo un poco más joven que el año pasado. Creo que esto se traducirá en energía, en querer mejorar cada día».
La gran duda del Obradoiro de cara a la Supercopa es Maxime de Zeeuw. El pívot belga sigue con molestias en el tobillo. Obst y Hlinason ya trabajan al mismo nivel que sus compañeros, tras regresar del periplo internacional con sus selecciones.