Optimizando las virtudes

Rivera Mozan EL ESCÁNER

ANDAR MIUDIÑO

PACO RODRÍGUEZ

22 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Siete victorias al final de esta primera vuelta, con todo lo que ha llovido en lo que va de presente temporada en el Obradoiro, no merece otro calificativo que no sea el de impresionante.

El valor de adaptarse a las circunstancias, sean cuáles sean, sin renunciar en ningún momento a tus grandes valores, tanto a la hora de jugar y competir como en el día a día a lo largo de la semana, no hace sino volver a poner en valor el trabajo inmejorable que hace el cuerpo técnico capitaneado por Moncho Fernández.

Tener la cabeza muy fría para tomar las mejores decisiones es otra de las claves para que el equipo haya rendido, permítaseme decir, por encima de las expectativas incluso de los más echados para delante, como es mi caso. O, dicho de otra forma, de los más optimistas.

No personalizaré en ninguno de los jugadores del equipo. Solo diré que, por enésima vez, se les ha sabido hacer el mejor traje posible a todos y cada uno de ellos, de forma que todas sus virtudes están optimizadas, exprimidas al máximo en cada momento, según circunstancias y rivales.

Igualmente, el equipo juega a la perfección ese baloncesto que, a día de hoy y cada vez más, deja menos sitio para crear juego y finalizarlo en los espacios intermedios del campo, con la excepción de continuaciones en bloqueos directos. Hablamos del tiro de dos puntos sin botar el balón. Cuando llegan tras botarlo muchas veces es porque así lo ha querido, precisamente, la defensa. Es algo que el Obradoiro maneja a las mil maravillas. Combina los lanzamientos de tres puntos con acciones de poste bajo de sus jugadores interiores y, porque no decirlo, también de alguno de sus exteriores, según el traje que lleve puesto en cada momento, el traje de alero o el de pívot.

También la pizarra de Moncho Fernández vuelve a deleitarnos con situaciones de finales de posesión o de partido que hay que grabar sí o sí. Sin ir más lejos, la de la famosa puerta atrás de un excelso tirador que en esa última posesión estaría más que vigilado por su par.

Si uno echa la vista atrás, se da cuenta de que esta película la hemos visto más veces.