El rebote ofensivo dio 16 puntos al equipo de Peñarroya

Fran Camba EL ESCÁNER

ANDAR MIUDIÑO

LOF

10 mar 2019 . Actualizado a las 00:58 h.

El Obra afrontó un partido extremadamente complicado ante uno de los mejores equipos ofensivos de la liga. Peñarroya ha hecho de la sencillez una virtud y ha logrado, como antes en Andorra, exprimir al límite su plantilla y sigue obteniendo un extraordinario rendimiento, a pesar de los cambios en el roster.

Los manresanos se sustentan básicamente en una rotación de 8 jugadores que han permanecido más de 20 minutos por partido en pista desde la salida de Renfroe, con especial mención para Toolson, que acumula casi 32 minutos por noche y que ha elevado su rendimiento hasta un excelente 1,3 puntos por posesión consumida en los últimos dos meses. Junto a Toolson, tanto Lundberg, haciendo funciones de base o de escolta, y Lalanne en el interior, eran los principales jugadores a tener en cuenta.

El partido de Sar ya había ofrecido una excelsa versión ofensiva de ambos equipos y pequeños detalles defensivos como limitar los lanzamientos de Lalanne, normalmente muy cercanos al aro, y llevar volumen de tiros a jugadores como Tomás o Muñoz parecían ser clave en el resultado final.

Los dos equipos lograron provocar un volumen alto de lanzamientos en los jugadores rivales que más interesaban, por eso el rendimiento ofensivo disminuyó significativamente con respecto al partido jugado en Santiago. Se jugó a menos de 70 posesiones, como quería el Obra, pero un par de detalles marcaron de forma definitiva el resultado final, el acierto de Zubcic desde el triple, que compensó a Murphy y a Toolson, y el elevadísimo porcentaje de rebote ofensivo manresano, por encima del 30 %, que concedió hasta 16 puntos a los locales, demasiado para un partido que se ganó con 75 puntos.