Una derrota con polémica

Koke Rama

ANDAR MIUDIÑO

17 mar 2019 . Actualizado a las 01:00 h.

Partido bronco en Sar, en donde el Obradoiro dejó escapar una victoria que quizás había merecido.

La baja de Kostas Vasileiadis suponía a priori un hándicap importante en la rotación exterior. Y sí se le echó de menos en determinados momentos del partido.

Tras unos primeros minutos en donde las imprecisiones fueron la nota dominante, los dos equipos se animaron y la fluidez ofensiva marcó los dos primeros cuartos del encuentro, momento en el que el Obra consiguió la mayor renta, con un favorable 40-26.

Sin embargo, la máxima ventaja de 40-26 se diluyó en apenas dos minutos, aunque los obradoiristas mantuvieron el tipo hasta el descanso, con un 45-38.

La salida en el tercer cuarto fue desastrosa. Tras un parcial de 0-11 para la Penya, el partido cambió totalmente. El Joventut, fiel a su juego durante este año, defendió siempre con mucho contacto físico y elevó el número de pérdidas del Obra, que se fue hasta las 18 totales al finalizar el partido.

El choque entró en el último acto con 8 puntos abajo para el Obra. Pese a igualar el partido en varios momentos, la pareja Laprovittola-McFadden se encargó de finiquitar el duelo, en una noche con bastante polémica arbitral.

No tuvimos tampoco esa pizca de suerte que se necesita para ganar estos partidos. Se me vienen a la cabeza dos acciones desafortunadas que quizás nos hubiesen hecho llegar a un final más igualado.

No quería terminar sin mencionar al árbitro número 20 (Óscar Perea), que con su elegante carrera cual gacela por la pista, y sus marcados abdominales, desquició a jugadores, banquillo y grada con sus discutidas decisiones. El nivel físico medio del arbitraje es bastante discutible. Y eso influye muchas veces en la toma de decisiones.

El arbitraje ACB nos lo venden como de los mejores de Europa. Puede que sea así en su top 10, pero la clase media, en mi opinión, deja bastante que desear.