Un entrenador entregado a la causa del Obra

Moncho López EL ESCÁNER

ANDAR MIUDIÑO

MARCOS CREO

22 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En el deporte profesional de alto rendimiento no es habitual que un entrenador logre permanecer mucho tiempo en un mismo club. La dictadura de los resultados es muy cruel. Basta con hacer una buena clasificación una temporada, en la siguiente bajar un puesto y ver todas las voces clamar que el fin del ciclo ha llegado. Desde este punto de vista, el del rendimiento, creo que la renovación de Moncho Fernández es más que justificada, porque nadie puede poner en entredicho que el objetivo clasificatorio de un club como Obradoiro pasa por «ganar la permanencia» en la liga ACB. Y en eso mi amigo Fernández hace cada año campeón a su amado Obra.

Conozco a Moncho desde hace muchos años. Allá por el año 1993 el básquet, como no, nos colocó frente a frente en una cancha. En todo este tiempo hemos conocido, juntos y por separado, el efímero éxito de nuestro trabajo, la sensación de vértigo que supone jugarte una temporada en la última jornada de liga, las horas de estudio y análisis construyendo, más veces reconstruyendo equipos, y muchas veces, también, la incertidumbre de saber que habrá después de mañana. Porque la profesión de entrenador profesional, como muchas otras, si hay algo que garantiza es que presente y futuro son una unidad que no va más allá de tu próximo partido.

La ampliación de un contrato viene siempre precedida de un trabajo bien hecho, como sucede en este caso. Los rectores del Obradoiro, muy inteligentes por el momento en que se produce esta renovación, además de garantizar la continuidad de su entrenador, están transmitiendo que todo lo conseguido hasta ahora es satisfactorio, y lo que funciona no se debe de cambiar. Para un entrenador como Moncho, absolutamente entregado a la causa del Obra, identificado con el proyecto deportivo de su ciudad hasta el punto de hacer oídos sordos a posibles propuestas muy sugerentes desde el punto de vista profesional y deportivo, esta renovación supone un estímulo más de superación, de exigencia.

Si hay algo que caracteriza a Moncho es su capacidad de trabajo en la búsqueda de la excelencia, porque el andar miudiño del Obra por la liga ACB es grande en calidad técnica, enorme en su propuesta estratégica y gigante en ambición.