Nacho Llovet también tiene corazón obradoirista

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Fernando Galindo

El jugador catalán regresa a Sar para enfrentarse el sábado al Obradoiro

18 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Su corazón es verdinegro. Nació y vivió muchos años en el Joventut. El destino, sin embargo, quiso que la afición del Obradoiro pudiese disfrutar de la energía y del compromiso de un jugador del nivel de Nacho Llovet (Barcelona, 1991). Vistió la camiseta del Obra y de la selección española al mismo tiempo. Ahora está en el Andorra. Así es el destino. El conjunto de Moncho Fernández perdió el pasado verano a uno de sus hombres más valiosos, dentro y fuera de la pista. Un jugador con carisma y que desde el primer minuto, desde el primer gesto, por su entrega y por su forma de ser, se ganó a la hinchada. Se metió en el bolsillo a la ruidosa afición de Sar.

Por eso, su corazón no es totalmente verdinegro. En Badalona echó más de media vida. Defendió la camiseta de la Penya en seis campañas en la máxima categoría. Luego, tres cursos en el Obra y ahora vive su primera experiencia en el Principado.

Pepu Hernández le hizo debutar en el Joventut con tan solo 19 años. Fue el 21 de noviembre del 2010, en el Bilbao Arena ante 7.500 aficionados vascos. Jugó seis minutos y medio y anotó su primer punto en la ACB, con 4 rebotes, 2 balones recuperados y 4 créditos de valoración. Un testigo de prestigio estuvo en el debut de Llovet en la máxima categoría del baloncesto español. En el Bilbao jugaba por aquel entonces Kostas Vasileiadis.

En el Joventut estuvo 14 temporadas, de infantil a capitán del primer equipo. Llevó el brazalete de la Penya en sus últimas tres temporadas en Badalona. Desde su debut oficial con el primer equipo, disputó un total de 166 partidos en la Liga Endesa. El presidente del club verdinegro, Jordi Villacampa, reconoció en su despedida el trabajo y la entrega del capitán: «Desde que llegó a la Penya, con 11 años, demostró su carácter y entrega en la pista, pero también su cercanía y afecto que le unieron tanto a la ciudad de Badalona como a su afición. Sin duda, deja huella en el Joventut, en donde siempre tendrá las puertas abiertas».

Eso mismo podría decirse tras su paso por Sar. En el Obra disputó 95 encuentros, que sumados a los 9 que lleva este curso con el Andorra hacen un total de 270 participaciones en la ACB. En la capital gallega disfrutó con el baloncesto y vivió su mejor temporada como profesional. «En Santiago cuento con el cariño de la gente, las comodidades y, por supuesto, la belleza de Galicia y su gran gastronomía. En Santiago se vive muy bien, estoy contento, feliz, muy a gusto, de verdad que sí», comentó en las páginas de La Voz de Galicia pocas semanas antes de firmar con el Andorra. «Esta es mi mejor temporada, pero creo que todavía no he llegado al techo. Puedo seguir creciendo. Cada año adquirieres experiencia y eso ayuda a la hora de tomar mejores decisiones y para tratar de optimizar tu rendimiento en la pista», declaró aquel mismo día Nacho Llovet.