Imponderables

Fran Camba

ANDAR MIUDIÑO

Alba Pacheco

21 oct 2020 . Actualizado a las 20:53 h.

El Obra afrontó el partido en clara desventaja. Las circunstancias y protocolos de competición provocaron que acumulase dos días menos de descanso que el Madrid y tener que jugar por segunda vez en 72 horas. Es un parámetro más a manejar esta temporada en la preparación de los partidos y en la planificación semanal.

Entre las variables que afectan exclusivamente al juego la más importante, sin duda, sería el ritmo de partido. La trayectoria de Laso en el Madrid nos indica que es mucho más probable ganarle jugando a encajar menos que a meter más que ellos. Si dividimos en parcelas las vías de anotación del Madrid, siempre hay que contar como fijos con los puntos en transiciones rápidas y, aunque este año en menor proporción, la anotación tras rebote ofensivo.

De la capacidad para controlar el resto del arsenal ofensivo local dependería la suerte del Obra en el partido, y por ahí estuvieron realmente bien los compostelanos. Concedieron volumen de lanzamiento a Campazzo y Alocén, entre ambos consumieron más del 25 % de los tiros de su equipo para anotar solo nueve puntos entre los dos, mantuvieron un ritmo de partido de menos de 75 posesiones y cerraron la vía del tiro libre, dejando únicamente nueve lanzamientos al Madrid hasta el final del tercer cuarto.

La inexplicable expulsión de Moncho sacó del partido durante unos minutos al Obra y coincidió con una mayor presencia en el juego de Tavares, con ocho puntos sin fallo y siete rebotes desde ese momento. También acumularon los locales otros nueve tiros libres lanzados en el último período del partido, demasiada renta para poder ganar en Madrid.