Koniaris, el quinto base pide paso

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Cedida

Está pendiente de la PCR para pasar el reconocimiento médico y empezar a entrenar

19 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Antonis Koniaris ya está en Compostela. El jugador griego realizó una prueba PCR, como es preceptivo. Entre hoy y mañana, a más tardar, espera conocer el resultado y, si es negativo, tendrá ya vía libre para someterse al reconocimiento médico y empezar a entrenar con el colectivo, cuando menos con los compañeros que ya hayan dejado atrás la cuarentena.

Es el quinto base que firma por el Monbus Obradoiro esta temporada y ya pide paso, porque el tiempo apremia. Tendrá que trabajar contrarreloj para interiorizar el baloncesto del equipo antes de la visita del Bilbao.

Kartal Ozmizrak todavía no ha podido debutar en competición oficial y todavía está por ver si esquiva el quirófano o llega a tiempo de jugar esta temporada.

Está siguiendo un plan de trabajo específico, en el que cada semana hay un notable incremento en la carga. La primera la ha superado de manera satisfactoria. Se apresta a comenzar la segunda. Y, en el mejor de los casos, será a principios de febrero cuando tenga ya una idea precisa de si estará en condiciones de echar una mano al plantel.

Entre tanto, Pepe Pozas se recupera del esguince que sufrió ante el Zaragoza y que le impidió jugar en Murcia. La previsión apunta a que podrá volver al equipo. Y también ayuda su carácter. Ya ha demostrado en más de una ocasión que es de los que es capaz de desplegarse sobre la cancha con dolor.

El joven Rafa García se recupera de una doble fractura en los dedos de la mano derecha. En el mejor de los casos, estará fuera de la disciplina de grupo hasta finales de febrero.

Sea como fuere, justo antes de que empezase la cuarentena el Obradoiro solo tenía un base disponible, Albert Oliver, fichado poco antes de que arrancase el curso una vez confirmada la lesión de Ozmizrak.

La evolución del otomano no deja de ser una incógnita y la de Pepe Pozas también entraña riesgos. El parte médico confirmó una rotura parcial del ligamento peroneo del astrágalo anterior y edema articular.

Así las cosas, el club ha decidido reforzar una posición clave, aun a sabiendas de que, en el mejor de los supuestos, en un par de meses podrían estar disponibles los cinco bases, en cuyo caso Moncho Fernández tendría que hacer convocatorias. De momento, la principal preocupación del Alquimista de Pontepedriña es poner a punto lo antes posible al último en llegar.