Obradoiro y Breogán sacan brillo a sus limitados recursos económicos

M. G. REIGOSA / I. MEITÍN REDACCIÓN / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

ALBERTO LÓPEZ

Los equipos clasificados para el play off, salvo el Manresa, multiplican los presupuestos de los dos representantes gallegos en la Liga Endesa

19 may 2022 . Actualizado a las 13:05 h.

Cada integrante de la ACB se las tiene que ingeniar como mejor sabe y puede para cuadrar sus cuentas, porque cada uno se mueve en un escenario que no es el mismo para todos. Real Madrid, Barcelona, Baskonia y Betis tienen detrás el respaldo de los clubes de fútbol. El Valencia llega hasta dónde le es posible generar ingresos. A partir de ahí es su presidente y mecenas, Juan Roig, el que equilibra los números. El pasado curso puso 19 millones de euros en un presupuesto que se fue a más de 25 incluyendo también el equipo femenino y gastos en L'Alquería y la cantera. El Fuenlabrada cubre la mitad con la subvención del Ayuntamiento. Cada entidad tiene su puzle.

Es fácil hacer un cálculo de lo que le ha costado cada victoria a los equipos, uno por uno, en la fase regular. Basta con dividir el presupuesto entre el número de triunfos. Resulta una estimación bastante aproximada, tomando como referencia el monto económico de partida según cifras facilitadas por miembros de los clubes a los medios de comunicación, o las que fueron aprobadas en asamblea. En algunos casos se incrementan con incorporaciones sobre la marcha, y no es fácil precisar la cuantía. Esos eventuales añadidos no se han tenido en cuenta.

Sin desviaciones

El Obradoiro y el Breogán apenas se han desviado en sus previsiones de gasto. El Burgos, según reconocía su presidente esta misma semana, va a bajar con un agujero de un millón de euros, en gran medida debido a los costes asumidos para reforzar la plantilla. El Betis que empezó el curso y el que lo acabó difieren sustancialmente, con las contrataciones de Luis Casimiro, Cvetkovic, Eulís Báez, Jacob Willey, Pasecnicks, Travis Leslie y BJ Johnson.

En el apartado de los impuestos también hay diferencias sustanciales. El Andorra aplica un tipo único del 10 % en las retenciones de los salarios. Los del Bilbao y el Baskonia oscilan entre el 14 y el 24 %. En Canarias se aplica un Régimen Económico y Fiscal específico, con porcentajes más bajos que en la península. Obra y Breo tienen un 45 % salarios de más de 60.000 euros.

Hay otro factor diferencial en la ACB, el del apoyo institucional. El Patronato de Municipal de Deportes de Fuenlabrada aprobó en 2021 una subvención de algo más de 1,4 millones de euros para el club. El Cabildo de Las Palmas de Gran Canaria consigna en el presupuesto del club una subvención de 3,2 millones de euros esta campaña. Son dos de las entidades en cuyos presupuestos más pesa el dinero público. Además, cabe significar que son cantidades sin ningún tipo de descuento. Si se tratase de patrocinios privados, tendrían que tributar un 21 %.

Así las cosas, la supervivencia del Obradoiro y el Breogán en la categoría pasa por afinar al máximo en los números y en el olfato a la hora de fichar y confeccionar los equipos. Sirvan como referencia las economías de los equipos clasificados para el play off. Salvo el Manresa, sus presupuestos multiplican los de los dos representantes gallegos en la Liga Endesa.

Esta temporada ha sido una excepción, con los descensos de Andorra y Burgos. Lo habitual es que en la zona de riesgo se muevan las entidades que manejan alrededor de tres millones de euros.

Y tal y como ha demostrado el Breogán esta campaña, con la clasificación para la Copa del Rey, o el Obradoiro en la 12/13, cuando acabó octavo la fase regular y entró en las eliminatorias por el título, también es posible acercarse a la zona noble con medios limitados.

Sin duda, los tres equipos que más han optimizado este curso sus recursos son el Manresa, el Breogán y el Bilbao. Este último tiene que dedicar una parte de su presupuesto a saldar compromisos asumidos en el convenio concursal con el que evitó su desaparición.

El Obradoiro entra en el segundo grupo y no en el primero por la cantidad de finales apretados que se le han escapado. Como recordaba el analista Fran Camba esta misma semana, trece de sus partidos se decidieron por una diferencia de cinco puntos o menos. Y se le escaparon nueve. En todo caso, son ya once campañas seguidas sorteando todas las dificultades para eludir el vagón de cola en la última jornada.

Los dos clubes gallegos tienen ya la atención puesta en la temporada 22/23, obligados a reinventarse, a sabiendas de que siempre es difícil retener a los jugadores que más se revalorizan.

La plantilla absorbe la mitad de un monto de tres millones de euros en Lugo

En lugar destacado del ránking de los equipos de la ACB con mayor rentabilidad por gasto se encuentra el Río Breogán, que a pesar de disponer del tercer presupuesto más bajo de la competición, se clasificó para la fase final de la Copa del Rey y hasta la penúltima jornada estuvo entre los aspirantes a disputar las eliminatorias por el título. El consejo de administración, con Tito Díaz como cabeza más visible, debió hacer auténticas virguerías para conseguir tanto con tan poco.

Según las cuentas aprobadas en la última junta general de accionistas, el equipo lucense encaró su regreso a la Liga Endesa con una partida inferior a los tres millones de euros (2.933.000). De esa cantidad, 1.570.000 se destinaron a la composición de la plantilla y algo más de 500.000 fueron para el plan de viabilidad. El resto se repartió entre el personal del club (185.000), los arbitrajes, la organización de partidos y demás cuestiones relacionadas con las necesidades del club, que ingresa casi la mitad de su presupuesto (1.438.000) de la publicidad y sus patrocinadores.

Sar suma once permanencias sin apenas apoyos institucionales

El Obradoiro suma once temporadas consecutivas en la ACB siendo uno de los clubes que menos dinero ingresa de las instituciones. En ninguna de ellas ha alcanzado los 300.000 euros para sus arcas.

Del presupuesto de este curso, 3,2 millones de euros, la partida mas cuantiosa es la destinada a la primera plantilla y el cuadro técnico, con 1,8 millones de euros. Alrededor de un tercio de esos algo más de tres millones corresponde al pago de impuestos (incluyendo las retenciones que computan en el dinero para jugadores y entrenadores).

Con la temporada recién terminada, el primer cometido en el que se están centrando los dirigentes es el de poner en marcha el proyecto para la campaña 2022/23. Entre esta semana y la que viene deberían quedar trazadas las líneas del próximo presupuesto.

El covid-19 ha obligado a la entidad de Sar a apretarse el cinturón. Antes de la pandemia el Monbus Obradoiro había conseguido armar un presupuesto de 3,5 millones de euros.