Subraya que su cabeza se centra en el Obradoiro y en mejorar día a día
23 nov 2022 . Actualizado a las 14:07 h.Dragan Bender se ha significado como el mejor jugador del mes de octubre en el Monbus Obradoiro a ojos de la afición, que le ha reportado esa distinción con sus votos a través de las redes sociales. Los números que está firmando apuntan en la misma dirección. Y también los rivales lo destacan, como fue el caso la semana pasada con el entrenador del Unicaja de Málaga, Ibon Navarro. Antes del partido lo definía como «un jugador de otro nivel». Lo confirmó durante la contienda con una gran actuación. Y, a la conclusión, Djedovic no dudaba en reseñar como un factor clave para la victoria de su equipo la eliminación del pívot croata por cinco personales en el último cuarto.
Sin duda, está llamando la atención y recuperando el baloncesto que lo llevó a ser elegido como número cuatro del draft. Atrás queda más de un año en el dique seco por una lesión de rodilla. Y ya empiezan a aparecer los cantos de sirena respecto a que vuelve a estar en el radar de la NBA y de la Euroliga.
Bender asegura no tener constancia de ningún interés de otro club y que su atención está puesta en Sar, sin dejar de reconocer que su intención es catapultar su carrera: «Quiero volver a jugar en el máximo nivel posible, pero en este momento mi cabeza está en el Obradoiro» y en mejorar día a día, partido a partido.
Insistió en que no entra en sus planes un cambio de ruta porque se encuentra en el sitio adecuado: «Estoy muy feliz aquí y en la pista jugando, después de un Año y medio parado. Estoy muy feliz con el equipo y todo lo que lo rodea, y con los entrenadores. Me centro en el Obradoiro». También asegura que durante la temporada no dispersa la atención y que está disfrutando de esta etapa en Compostela.
Se mostró encantando con el reconocimiento de la afición y subraya que las sensaciones en la pista están siendo buenas. El único dato negativo es la racha de cinco derrotas consecutivas, que achaca a que el equipo no ha hecho bien «algunas cosas», y a las bajas. Pero está convencido de que con toda la plantilla la historia se escribirá de otra manera. Es optimista por la unión que percibe en el grupo.