Salvó un partido de tirones y de doble valor en la lucha por mantenerse entre los favoritos al ascenso
10 dic 2024 . Actualizado a las 23:17 h.El Monbus Obradoiro sacó adelante un complicado partido ante el Betis que le da mucha vida. Es tiempo de supervivencia y, en ese contexto, cuando el baloncesto se atasca siempre es bueno recurrir al escudo y al corazón. Por ahí salvó un match ball complicado.
El partido no empezó con buen color para el conjunto local, ya no solo por el triple de Benite en la primera posesión. En el primer cuarto fue claramente superado por un rival mucho más acertado en el tiro. Y, algo que no suele verse en Sar, más bien oírse, porque asomaron silbidos en la grada.
Gonzalo Rodríguez multiplicó las rotaciones en busca de una combinación que no acababa de cuajar. En diez minutos ya habían tenido presencia en pista diez jugadores, todos menos Alonso Grela y Millán Jiménez, que entró poco más tarde.
El Betis encontraba aro con mucha facilidad y en cinco minutos el marcador reflejaba un 7-15 que obligaba al técnico local a pedir tiempo.
El Monbus Obradoiro consiguió mejorar su defensa y por ahí recortó hasta un 18-23 para cerrar el primer capítulo. No era mal resultado, visto el desarrollo del juego. Balvin era el jugador más consistente de los santiagueses.
En el segundo cuarto el Betis indultó a los santiagueses desde el tiro libre. Además, dejó de producir desde el triple. Perdió la ocasión de abrir brecha ante un Obradoiro extraviado en ataque que, sin embargo, consiguió equilibrar el electrónico con un par de triples, uno de Stephens, (firmando muy buenos minutos) y otro de Quintela. Ahora Sar rugía y era el otro Gonzalo, García de Vitoria, el que pedía tiempo, en el ecuador del segundo acto. A partir de ahí mandaron las defensas sobre los ataques y el Obra se fue al intermedio uno arriba: 33-32.
En el arranque del tercer cuarto volvieron los miedos. En un lado no entraban los triples, en el otro sí. En menos de tres minutos parcial 0-10 y tiempo muerto del técnico local.
El Monbus Obradoiro respondió más con el corazón que con el juego. Primero equilibró el marcador y luego abrió una pequeña brecha de seis puntos liderada por Nacho Varela y el empuje de Galán, para entrar en el último cuarto con un 52-46.
Lo encaró bien, controlando, y un triple de Davison ponía el 60-50 a falta de 5:37. El americano, reñido con el aro hasta entonces, apareció cuando más quemaba el juego.
El Betis se reenganchó al choque a lomos de Kasibabu, que podía con Stephens y después con Stevic en la pintura. Llegó a acercarse a un solo punto. El Obra no cedió la ventaja porque supo cerrar el rebote y Micovic clavó un triple a falta de 45 segundos que fue un rejón de muerte para los andaluces: 71-65. Con eso y con la defensa el equipo logró una victoria clave.
Ficha técnica
Obradoiro 71: Sergi Quintela (11), Davison (10), Micovic (10), Stevic (9) y Stephens (10) -cinco inicial-. Andronikashvili (3), Galán (4), Balvin (10), Millán Jiménez, Nacho Varela (4) y Álvaro Muñoz.
Betis 67: Renfroe (5), Hugues (14), Benite (16), Radoncic (7) y De Bisschop (8) -cinco inicial-. Cvetkovic (2), Kasibabu (9) y De la Torre (6).
Parciales en cada cuarto: 18-23, 15-9, 19-14 y 19-21.