Las palancas que impulsan al Monbus Obradoiro

ANDAR MIUDIÑO

SANDRA ALONSO

Después de un inicio con dos derrotas y silbidos en Sar, el equipo ha sabido sobreponerse y conectar con la afición, que disfrutó ante el Tizona

10 nov 2025 . Actualizado a las 18:51 h.

La afición del Monbus Obradoiro ha pasado de pitar al equipo en la segunda jornada, tras la dura derrota en Sar ante el Cantabria, a disfrutar y reconocer un partido muy redondo frente al Tizona el sábado. El equipo ha pasado de caer en los dos primeros partidos a ganar los cinco siguientes, si bien tres los sacó en finales apretados que se resuelven en el alambre y pudieron caer para cualquier lado: las visitas a Gipuzkoa (en la prórroga), Estudiantes y Oviedo. De haberlos perdido, el ánimo sería otro muy distinto. Pero no la evolución en el juego. Son varias las claves que explican la indudable mejoría.

Lesiones

Vuelta de Lundqvist y fichaje de Kravic. Los contratiempos físicos pasaron factura. El equipo arrancó sin Lundqvist y perdió en el primer cuarto de la primera jornada a Huskic para toda la temporada. Son dos piezas de capital importancia en el tablero táctico de Epi, sobre todo por la cantidad de alternativas que pueden ofrecer en el juego de ataque. La recuperación del sueco y el fichaje de Dejan Kravic, aun siendo un pívot de distinto corte al de Huskic, le están dando mucho equilibrio al juego del equipo.

Defensa

Por debajo de los 80 puntos. El Obradoiro empezó a edificar su recuperación a partir de la defensa. En Menorca encajó 97 puntos. Frente al Cantabria, 87. En Gipuzkoa recibió 95 puntos, pero con prórroga. El partido se fue el tiempo suplementario con un empate a 81. El Melilla se quedó en solo 59 puntos. El Estudiantes, en 78, y el Oviedo en 75. El Tizona, un equipo de indudable vocación ofensiva, acabó con 68. El colectivo de Epi no le dejó desplegar su baloncesto veloz y fue el Obradoiro el que hizo daño al contraataque. Por esa vía anotó 15 puntos, el triple que su rival.

Ataque

Muchos frentes de anotación. El debate está siempre abierto, pero nadie discute que una buena defensa permite atacar mejor, y viceversa, un buen ataque facilita una mejor contención. El Monbus Obradoiro es un equipo que diversifica mucho sus opciones ofensivas. Todos los jugadores pueden sumar y es capaz de jugar a distintas velocidades. Le gusta correr, pero también se maneja bien en el cinco contra cinco. En los siete partidos disputados hasta la fecha siempre ha habido cuatro o más jugadores que acabaron con dobles dígitos de anotación. Ante el Tizona fueron cinco: Barrueta (16), Barcello (11), Galán (11), y Sergi Quintela y Westermann (10 cada uno). Y se quedaron en nueve los pívots Felipe dos Anjos y Dejan Kravic. Son datos que habla de la solidaridad y la predisposición del colectivo a buscar las mejores opciones.

El triple

Mejores porcentajes. El acierto en el triple es otra de las palancas que han impulsado el rendimiento del Monbus Obradoiro. En las dos derrotas presentó una hoja de servicios muy pobre en la larga distancia: 4/22 en Menorca (18 %) y 4/20 ante el Cantabria (20 %). Frente al Gipuzkoa cambiaron las tornas: 14/34 (41 %). Contra le Melilla el porcentaje bajó a un 31 %, con 11/35. Ante el Estudiantes fueron 11/24 (46 %), repartidos entre seis jugadores. En Oviedo cayó la producción, 8/25 (32 %), y contra el Tizona fue el partido con menos ensayos desde detrás del arco: 6/19 (32 %).

Sensatez

Calma en la primera tormenta. El club ha sorteado con sensatez la primera tormenta. Epi siempre lanzó mensajes prudentes, tanto después de las dos primeras derrotas como ahora, tras cinco victorias seguidas. La mesura suele ser mejor compañera de viaje que los volantazos. Queda mucha travesía por recorrer.

Cerrar el rebote es la asignatura que más le está costando al colectivo de Epi

Hay una asignatura que se le está resistiendo el colectivo de Epi, la del rebote, sobre todo en defensa. Con la excepción del último partido. Ante el Tizona, el Monbus Obradoiro firmó 36 capturas, diez más que su rival. En los seis encuentros anteriores salió perdiendo en esa batalla: en Menorca no pasó de 23, nueve menos que el conjunto balear; ante el Cantabria fueron diez capturas menos, 26-36; en la visita al Gipuzkoa, 26-39; contra el Melilla hubo menos diferencia, 34-37; frente al Estudiantes, 25-34; y en Oviedo, 29-37.

La diferencia se traduce en más posesiones para el rival, si bien el equipo ha sido capaz de compensar ese déficit, las más de las veces, perdiendo menos balones. En cualquier caso, por ese flanco tiene un notable margen de mejora.

La falta de rebote se refleja también en la lista de jugadores que capturan más rechaces. El primero del Monbus Obradoiro es Felipe dos Anjos, en el puesto trigésimo cuarto, con una media de 4,57. Muy cerca, con 4,29, está Yunio Barrueta.

En números absolutos, el conjunto santiagués es el tercero que menos rebotes coge por partido. Promedia 28,9. Solo están por detrás el Fuenlabrada (28,6) y el Fibwi Mallorca (25).

Entre los mejores en asistencias

Por contra, el Obradoiro está entre los mejores de la categoría en número de canastas asistidas. Promedia 16,3. Solo mejoran ese registro el Alicante (16,8) y el Fuenlabrada (17,7), y lo iguala el Leyma Coruña.