El fiscal aumenta las penas para un acusado de trafico de heroína en las Rías Baixas

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

EMILIO MOLDES

Además, retiró los cargos sobre la mujer de otro encausado por constituir una trama internacional de narcos albano-pontevedreses

20 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Rechazó cualquier tipo de acuerdo con el fiscal y este acabó el juicio incrementando la petición de penas de prisión. De este modo, si inicialmente solicitaba para Javier Mosteiro González un total de dieciséis años y tres meses, posteriormente incrementó esta cifra hasta los diecisiete años y nueve meses -ocho años y nueve meses por narcotráfico, tres años por tenencia ilícita de armas y seis años por tres delitos de falsedad documental-.

Por su parte, el abogado de este vecino de Poio insistió en la nulidad de las actuaciones que determinaron que su cliente se sentará en el banquillo de los acusados. De hecho, mantuvo que el auto que autorizó las escuchas no se fundamentó en pruebas o en indicios, «solo en meras sospechas».

Además, sostuvo que lo que se considera que es un gran patrimonio no son más que unos trasteros cuyo valor no llega a cuarenta mil euros. En similares términos se refirió a los vehículos con los que la Fiscalía de Pontevedra le relaciona.

En cuanto al resto de acusados, el fiscal rebajó de forma significativa sus peticiones de pena. En el caso del albanés Afrim Haxhijahja solicitó ocho años y medio, condena que redujo hasta los seis y un día en el supuesto de su compatriota Esmerald Laçi. Este último con la salvedad de que aceptó ser expulsado del territorio nacional una vez cumpla la mitad del castigo.

Con respecto a los otros dos narcos gallegos, el vilanovés Diego Cores Falcón asumió seis años y medio, mientras que el naronés Jesús Conchado Salazar recibió la menor de las solicitudes de condena: tres años y nueve meses por tráfico de drogas, y un año por tenencia ilícita de armas. Durante la última jornada de la vista oral celebrada en la Audiencia de Pontevedra, y tal y como estaba previsto, el ministerio público retiró los cargos sobre la mujer de Cores Falcón al entender que no participó de los negocios de su marido.

«Son toxicómano e teño que vivir con elo», el alegato de Diego Cores

Diego Cores fue el único que hizo uso de su derecho a la última palabra y lo hizo con un alegato dramático y lleno de sombras. «Estou de acordo con que di o ministerio fiscal no que se refire a miña condena, a miña culpabilidade, pero penso que a labor do ministerio fiscal debería ser a búsquea sempre da verdade e sei que se fixo aquí o posible por buscar a verdade», precisó con la voz entrecortada y las lágrimas asomándole al rostro. «Eu sei toda a verdade e gustaríame que cando se vaian todos para casa se senten e pensen que o labor debe ser buscar a verdade, sexa a consecuencia que sexa». «Son toxicómano e teño que vivir con elo», añadió, al tiempo que aludió que ver a sus suegros llorar a las puertas de la Audiencia, «ver a persoas inocentes chorar por culpa dun toxicómano... Entón non me quedou máis remedio que aceptar os cargos».