Tres intentos de asalto a tres negocios en la misma noche disparan la indignación en Carril

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

OSCAR VíFER

Dos individuos trataron de saquear la farmacia, una cafetería y un restaurante en cuestión de horas

22 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Isto é como unha ruleta rusa, xa tes metido no corpo o medo de que mañá ou pasado vaiche tocar a ti». Esta es la impresión con la que un vecino de Carril, propietario de un negocio, se va a la cama cada noche y ayer explicitaba tras conocer que tres establecimientos sufrieron el ataque de un par de individuos durante la madrugada del sábado al domingo: «E isto -advierte- non é algo que só nos preocupe aos que temos unha actividade económica; é que poden entrar en calquera casa tamén».

La secuencia de asaltos golpeó a la cafetería Petit & Fashion, un pequeño local que abre sus puertas en la avenida Rosalía de Castro, muy cerca del instituto Miguel Ángel González Estévez. Sus autores no se anduvieron con demasiadas contemplaciones y quisieron acceder al interior del establecimiento a través de una de sus lunas, que golpearon hasta conseguir quebrarla en un punto. La rotura, sin embargo, no fue lo suficientemente amplia como para permitirles su objetivo.

No muy lejos, en la propia Rosalía de Castro, abre sus puertas la farmacia de Carril. También este negocio sufrió el ataque del par de energúmenos, que nuevamente quisieron destrozar un cristal para tratar de echarle la mano a la verja que protegía el acceso al local. Tampoco en esta ocasión alcanzaron su objetivo.

El restaurante Loxe Mareiro no gozó de la misma fortuna. Los saqueadores sí lograron entrar en el establecimiento, ubicado en la punta de Portugalete, donde el paseo marítimo se aproxima a su final. Para ello rompieron una ventana y forzaron sus contras. El botín fue minúsculo. Apenas algo de cambio. Pero los hosteleros, que ya sufrieron un episodio similar en verano, están hartos, al igual que mucha gente en Carril, donde la indignación crece paralela al temor. Las sospechas recaen en dos tipos, enganchados a la heroína, que pululan por la villa desde hace meses.