En Ribeira se llegó a pagar el kilo a 24 euros; en O Grove, el máximo fue de 16,50, en línea con Bueu
13 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Para la flota de O Grove, la apertura de la campaña de la centolla es casi un motivo de fiesta. Y la llegada de las primeras capturas a la lonja, todo un acontecimiento. Las gradas del recinto de subastas estaban ayer repletas de espectadores, pendientes de la puja por los ejemplares. Unas piezas, de gran calidad, con aspecto de haber salido de una revoltura, esa agitación de los fondos tan propicia para que salga el crustáceo. Lo decía el patrón mayor grovense, Antonio Otero, que ayer fue el día perfecto para pescar centolla: «Mar de fondo, despois dun temporal, con tempo que permitía botar as redes onde quixeras...» Pero el resultado fue comedido: 3.258 kilos, 900 menos que el año pasado, y un precio máximo de 16 euros, muy por debajo de los 24 con que se inauguró la subasta la anterior temporada. Con todo, «quero pensar que vai ser unha boa campaña», apuntó Otero. Otro «ano de centola», quizá no tanto como el pasado, pero es que el pasado «foi moi bo». En la lonja vecina de Cambados, se descargaron algo más de 900 kilos y alcanzó un máximo de 15,60 euros.
Ayer, primer día de trabajo después de la veda en las provincias de A Coruña y Pontevedra, habían despachado casi 400 embarcaciones para faenar con aparejos específicos para la pesca de centolla, como nasa, miños, raeiras o trasmallos. Son alrededor de 200 más de las que estaban empleando esas artes el viernes pasado. El resultado fue desigual. El discreto balance de O Grove es todo un éxito en comparación con la Costa da Morte. A Malpica no llegó ni un solo ejemplar. Y en Fisterra, las capturas fueron testimoniales. Pero claro allí asumen que la maduración de la especie lleva más retraso con respecto a las Rías Baixas.
En Bueu, donde se subastaron 600 kilos, las mejores piezas se pagaron a 16,20 euros, y el precio medio quedó en 10 euros. El patrón mayor, José Manuel Rosa, se mostraba optimista y adelantaba una «campaña exitosa».
La palma en este arranque de campaña se la llevó Ribeira. Allí se llegaron a pagar 24 euros el kilo de las mejores piezas de esos 2.000 kilos que se desembarcaron en la lonja.
El muradano José Siaba se mostraba contento al término de la primera jornada de captura de centolla: «Collín o cupo». Pero no sin esfuerzo: «Tiramos máis da metade ao mar porque aínda lle falta un mes para estar ben». Mientras, en Noia, el profesional Pedro Blanco, hablaba de éxito el primer día. «Empezamos forte. Cóllese material bo e a calidade é boa». Eso sí, «hai que escollela ben, porque moita está frouxa».
Información elaborada por A. Gerpe, M. Gago, J. V. Lado, G. Vázquez y E. Abuín.