Vilagarcía rediseña el cementerio de Rubiáns con zonas verdes y accesibilidad absoluta

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El proyecto de Mariano Vázquez acabará con la humedad en los nichos, instalará un sistema de recogida de aguas y rehabilitará la capilla

19 ene 2019 . Actualizado a las 21:00 h.

Un cementerio es, por definición, un lugar delicado. Un enclave para el recuerdo de quienes se han ido y la confluencia de sensibilidades tan distintas como familias descansan en él. El camposanto de Rubiáns es el mayor de cuantos existen en Vilagarcía. Construido en 1906, el paso del tiempo le ha imprimido las cicatrices del desgaste natural y las sucesivas intervenciones que se han ejecutado. Ahora, el equipo del alcalde, Alberto Varela, plantea una actuación que persigue integrarlas bajo un diseño homogéneo, que va más allá de la mera resolución de problemas para profundizar en la creación de un espacio cómodo y respetuoso.

Fue el propio alcalde, acompañado por el concejal de Obras, Lino Mouriño, y el arquitecto Mariano Vázquez, encargado del diseño, quien presentó ayer el proyecto. «A idea tenta compaxinar tradición e respecto coa corrección dos problemas de accesibilidade e a reparación da capela e de varios nichos», indicó Varela. Mouriño, por su parte, subraya que la propuesta es producto de las peticiones que muchos vecinos han trasladado al gobierno socialista local. El edil recuerda que el año pasado se amplió en ochenta el número de nichos, y que de forma inmediata se construirán otros veinte en el cementerio de Carril. Pero esta actuación guarda, sin duda, un significado muy particular.

«Cando se me plantexa esta actuación trasládanme unha serie de problemas identificados. Hai un problema de escorrentía de augas, de humidade nos nichos e na capela», relata el arquitecto, consciente de la importancia simbólica del cementerio y de la precaución extrema que requiere cualquier intervención sobre él. Rubiáns cuenta con dos zonas diferenciadas. El camposanto histórico, con menor densidad y mayor interés arquitectónico, y la ampliación, mucho más prosaica. Ese núcleo antiguo se va a poner en valor, creando zonas verdes e instalando diferentes tipos de pavimentación e iluminación crepuscular. En todo el recinto se creará un sistema de recogida de aguas en el subsuelo y se corregirán humedades, con un tratamiento especial para la capilla. El suelo dispondrá de un mismo nivel para que una silla de ruedas pueda alcanzar todos sus rincones. El presupuesto alcanza los 266.200 euros, sin que haya aún una fecha de referencia.