Activado el estado de alerta por cianobacterias en la presa del Umia

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

AROUSA

Mónica Irago

La Xunta decreta el nivel doce días antes que en el año 2018 y con una ocupación del embalse del 89 % de su capacidad

26 jun 2019 . Actualizado a las 20:40 h.

El embalse del Umia, en el municipio de Caldas de Reis, acaba de entrar en estado de alerta por la presencia de cianobacterias en sus aguas. La Xunta decretó este nivel en la presa de A Baxe este lunes, 24 de junio, tras los análisis realizados esa misma jornada. El pantano vuelve a la situación de alerta y lo hace este año doce días antes de lo que ocurrió en el 2018, cuando se dictó ese estado el 6 de julio. También en esa fecha se había decretado en el 2017.

El de Caldas es el tercer embalse de Galicia que está en estado de alerta debido a la presencia de cianobacterias. Un fenómeno natural que se repite cada verano y que va tiñendo sus aguas de color verde debido a las altas temperaturas y las horas de luz solar. Los otros dos son el de Beche, en Abegondo, y el de As Forcadas, en Valdoviño, ambos en la provincia de A Coruña. En el caso de la presa de Caldas la activación de la alerta se produce cuando su ocupación está al 89,76 %, según el último boletín hidrológico con fecha también del pasado lunes.

Los datos oficiales publicados en la web del Sistema de Información Ambiental de Galicia (SIAM) revelan que la cianobacterias potencialmente tóxica Microcystis está presente tanto en la cola de la presa, donde se contabilizaron 39.500 células del alga por mililitro de agua, como en la captación de Segade, en Caldas, donde se registraron 1.416. También se detectó otra cianobacteria en otro de los puntos de control que se toman como referencia, la captación de Rabuñade, aunque de forma testimonial.

¿Por qué se decreta el estado de alerta y qué supone? El estado de alerta conlleva que se activa el protocolo de seguimiento de cianobacterias, que implica una mayor vigilancia de las aguas por parte de los técnicos. La alerta se decreta y se hace pública cuando se supera un nivel determinado de células, en concreto, 2.000 por mililitro. En circunstancias extremas este proceso natural puede llegar a afectar al abastecimiento a la población, algo que ocurrió en Caldas en el año 2010 cuando la presencia de cianobacterias colapsó los filtros de la estación de tratamiento de agua potable (ETAP). Aunque ni mucho menos se llegó a esa situación, el verano pasado el nivel del alga obligó al Concello a crear un comité de crisis, integrado por todos los grupos, para reclamar a la Xunta soluciones para el río y el embalse del Umia. El 31 de agosto, después de recibir un escrito de Sanidade en el que se indicaba que el agua no era apta para el baño, el Ayuntamiento lo prohibía con carteles tanto en el malecón del río como en Segade. El Concello reclamó sin éxito a la Administración autonómica que se hiciera cargo de los gastos extra de depuración por el alga para garantizar la potabilidad del agua.